MADRID, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha hecho balance del curso político tras la que ha sido la última Junta de Gobierno antes del parón estival señalando a la crisis como telón de fondo y con la ausencia de la demandada reforma de la financiación local.
Sobre la crisis, el primer edil ha confesado que ha determinado el "99 por ciento" de las decisiones adoptadas por el Gobierno municipal y ha sido la causa por la que se han visto obligados a adoptar medidas "necesarias auque algunas incómodas y duras".
En este contexto de crisis, Ruiz-Gallardón ha introducido la "profunda deuda" que se tiene con todos los ayuntamientos por no haberse abordado la cuestión de la reforma de la financiación local aunque sí la de las comunidades autónomas.
El 'popular' ha señalado que esa "ausencia" pasó más o menos inadvertida cuando no existía la actual coyuntura econóica ya que los consistorios podían recurrir a otras fuentes de financiación, principalmente la inmobiliaria, cuestión ahora del todo inviable.
El alcalde no ha dudado de culpabilizar al Estado por "no proporcionar un sistema de financiación (a las haciendas locales) al que obliga la Constitución" para, a renglón seguido, defender que no se puede depender de la coyuntura económica para que los ayuntamientos puedan prestar tanto los servicios públicos a los que están obligados por ley como las denominadas competencias impropias.
Tampoco ha obviado que, tras el verano, arrancará el periodo preelectoral en la política municipal madrileña, lo que le ha dado pie a asegurar que el Gobierno que preside seguirá con "toda la atención concentrada en la ciudad" y "sin distracciones en sus obligaciones" con los madrileños.
Gallardón también ha confiado en que, una vez iniciado el proceso electoral, los debates sean "de ideas y no de personas". A eso ha sumado su "certeza absoluta" en el juego limpio ya que cree que la ciudadanía "no quiere asistir a debates estériles" ni a "frivolidades".