MADRID, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
El incendio originado en Collado Mediano el pasado 21 de julio, el más importante registrado en la región este verano y que arrasó 36,21 hectáreas, fue intencionado por alguien que prendió posiblemente con un mechero un montón de ramas secas y restos vegetales procedentes de los trabajos de desbroce y limpieza de la línea eléctrica.
Ésta es una de las conclusiones que se desprenden del informe oficial de investigación del Cuerpo de Agentes forestales de la Comunidad al que ha tenido acceso Europa Press. No obstante, esta hipótesis está condicionada por las averiguaciones que está llevando a cabo también el Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, "especialmente en lo referido a posibles incidencias relacionadas con el tendido eléctrico".
"Los agentes forestales firmantes consideran como causa más probable que se trata de un incendio intencionado, mediante la aplicación de una fuente de calor externa en un montón de ramas secas y restos vegetales procedentes de los trabajos de desbroce y limpieza de la línea eléctrica", reza el informe de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales BIIF-4 Oeste.
Esta hipótesis se vería apoyada por la presencia en ese día y lugar de las circunstancias orográficas meteorológicas de fuerte viento y altas temperaturas propicias para la propagación del fuego, habida cuanta de la gran cantidad de incendios forestales ocurridos en ese mismo día en la región.
Además, el estudio señala la facilidad de acceso a través de la pista forestal y las sendas hasta un punto resguardado, pero con dificultad para la llegada de los medios de extinción. En ese sentido, los agentes forestales creen que, aunque las llamas se iniciaron bajo un tendido eléctrico, en supuestos de intencionalidad "ésta puede ser una variable simulada a propósito por incendiarios o pirómanos para generar confusión con respecto al motivo del origen del incendio".
UBICACIÓN Y METEOROLOGÍA
Los datos meteorológicos recogidos por los forestales ese día en el perímetro del terreno quemado reflejan que había un viento de 20 kilómetros por hora del Sureste, con una humedad relativa del aire del 8,9 por ciento y una temperatura de 34 grados. Esto hizo que el combustible fino muerto tuviera una humedad inferior al 12 por ciento, definida como humedad límite de combustión, con una probabilidad de que ignición del 100 por cien, es decir, lo que se denomina índice de peligro de alarma.
"Dicha humedad de combustible fino y muerto era suficiente para que estuviera en disposición para arder, siempre que previamente se aplicase una fuente de calor externa de magnitud suficiente y para que posteriormente se propagase el incendio", determinaron los investigadores.
En este sentido, y respaldando la hipótesis de la intencionalidad, el informe señala que no se produjeron fenómenos atmosféricos naturales como rayos ese día, ya que había un tiempo despejado. Además, confirmaron que desde el 6 de julio no se habían producido tormentas en la zona, con lo que se descarta la posibilidad de un inicio por rayo latente caído en días anteriores.
Por otro lado, los agentes forestales reseñaron como otro posible dato de interés que el día 24 de julio, dos días después, se produjo un nuevo incendio forestal en Collado Mediano que también fue intencionado, según las primeras pesquisas.
PROPAGACIÓN Y EXTINCIÓN
El informe señala que el 112 recibió a las 12.47 horas el aviso de una persona que alertaba de un incendio en la zona de La Serranilla, próximo al kilómetro 5 de la carretera M-623. Entonces, se activaron diversas dotaciones de bomberos, brigadas helitransportadas, un helicóptero de coordinación y varios agentes forestales.
Según el informe de los forestales, el incendio se propagó primeramente por una pendiente acusada Este-Oeste, que propició un avance en forma de pasillo o carril de acelerarse en forma de 'V' perpendicular. Además se vio favorecida por la presencia de restos vegetales procedentes de los trabajos de limpieza y desbroce realizados bajo la línea eléctrica.
Posteriormente, se propagó en dirección Sur-Norte, una vez que el conato inicial alcanzó masa arbolada en el margen opuesto a la faja de desbroce mencionada. Así, avanzó por el flanco izquierdo en dirección Noroeste, para después, y favorecido por rachas de viento fuerte de componente Suroeste, extenderse en dirección Norte-Noreste.
A las 20.15 horas de ese mismo día se dio por controlado el incendio, que quedó definitivamente extinguido a las 7.55 horas del día siguiente. Durante la extinción actuaron seis oficiales del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid, tres técnicos de la Unidad Forestal de Apoyo, cuatro agentes forestales, cuatro equipos de logística, dos equipos de maquinaria pesada, tres cubas de abastecimiento, 10 helicópteros, dos hidroaviones, 16 retenes con autobombas pesadas, siete con autobombas ligeras y 160 efectivos de la Unidad Militar de Emergencia del Ministerio de Defensa.
En el estudio del área de inicio, los investigadores señalan que el incendio se produjo junto a poblaciones y cerca de carreteras y sendas bastante transitadas. A este respecto, destacaron que hubo "peligro" para la población y los bienes, que fue minimizado por la actuación de los medios de extinción. No obstante, fue necesaria la evacuación de cuatro urbanizaciones y aproximadamente 2.000 personas y cortes de carreteras.
POSIBLE INCUMPLIMIENTO DE LA NORMATIVA DE DESBROCE
Los agentes constataron que la zona de inicio se halla bajo el trazado de una línea eléctrica de alta tensión en el que se han desarrollado recientemente trabajos de mantenimiento consistentes en la limpieza y corta de arbolado, con posteriores trabajos de retirada de restos vegetales o astillado 'in situ'.
No obstante, encontraron también en la zona algunos montones de ramas no trituradas. "Para estos trabajos existe autorización de la Dirección General de Medio Ambiente de fecha 22 de agosto de 2008, que establece en su punto 12 que se evitará en cualquier caso la presencia de montones antes del 1 de junio de cada año", recordaron los agentes forestales.
Tras un exhaustivo análisis, no encontraron ningún mechero o elemento de ignición ni materiales de proyección que pudieran proceder del tendido eléctrico. En la zona próxima a este punto, los técnicos no detectaron ningún daño en el cableado del tendido.
La vegetación de la zona estaba compuesta por pino resinero y pino silvestre, mezclado con ejemplares de encina y enebro. Como sotobosque destacan las formaciones de jarales, zarzales y tomillares. En la parte central y más alta del monte también había berceales, enebros y pies dispersos de pino silvestre. En zonas más abiertas también es destacable la presencia de diversos pastizales de gramíneas.