MADRID 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del programa Ramón y Cajal entregarán este miércoles una carta en el Ministerio de Economía y Competitividad y en el de Educación, Cultura y Deporte, firmada por más de 200 científicos en la que se solicita a ambos ministerios que cumplan con los compromisos contraídos con los investigadores Ramón y Cajal y oferten plazas estables a aquellos investigadores que cumplieron con la productividad y profesionalidad requeridas.
Según ha señalado la Asociación Nacional de investigadores Ramón y Cajal (Anirc), es "indispensable y urgente" incluir en la próxima oferta de empleo público un número de contratos indefinidos o plazas de funcionario suficientes para que todos los investigadores Ramón y Cajal que han acabado recientemente su contrato o que acaben durante 2012, y que hayan superado la evaluaciones pertinentes de su trabajo, tengan la oportunidad de opositar.
Anirc destaca que, visto en perspectiva, los científicos de este programa han contribuido "sin ninguna duda a la mejora de la investigación" española, así como "las condiciones laborales de los jóvenes investigadores del país".
Así, ha detallado que en los dos primeros años de vida del programa (2001 y 2002) los contratados consiguieron estabilizarse laboralmente en un 90 por ciento de los casos. Sin embargo, a partir de 2003, y hasta el año 2006 (que son los que terminaron su contrato en 2011), han venido sufriendo una reducción progresiva en el porcentaje de estabilización hasta llegar al 37 por ciento.
Esta es la situación que quiere denunciar la asociación ante el nuevo Gobierno al que quieren hacer llegar "el serio problema actual del futuro de los investigadores Ramón y Cajal y la posible pérdida de un capital humano altamente cualificado". En este sentido, han señalado que es necesario "plantear una solución razonable y a la vez viable" para estos científicos.
Para Anirc la solución debería llevarse a cabo "por el bien de la ciencia y el desarrollo de España, y del futuro profesional de un capital humano investigador con un perfil medio de 42 años de edad, 17 años de experiencia laboral e investigadora (buena parte de ellos a un nivel científico puntero en sus respectivos campos), notable experiencia internacional, conexiones con científicos de primera línea de otros países, y capacidad de liderar su propia línea de investigación que, en muchos casos, representa una innovación con respecto a la ciencia que se había venido desarrollando en España hasta la fecha".
"Está en el espíritu de la Ley 14/2011 de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, que la evolución natural del contrato Ramón y Cajal sea el acceso a un contrato de investigador laboral indefinido" ha explicado la asociación, que añade que "ahora los investigadores Ramón y Cajal están encontrando enormes dificultades para continuar su labor investigadora en España debido a la falta de continuidad de sus contratos".