Un Jurado Popular declara inocente al acusado de matar a puñaladas a un enfermero en enero de 2011

Europa Press Madrid
Actualizado: martes, 23 octubre 2012 16:13

MADRID 23 Oct. (EUROPA PRESS) -

Un Jurado Popular de la Audiencia Provincial de Madrid ha declarado este martes inocente al acusado de matar a puñaladas a un enfermero el 30 de enero de 2011 en su vivienda de la calle Ríos Rosas de Madrid al considerar que no hay prueba suficiente para enervar su presunción de inocencia, han informado a Europa Press fuentes jurídicas.

El veredicto del tribunal del jurado se ha hecho público esta mañana después de que se retirarán ayer por la mañana a deliberar, una vez entregado el objeto del veredicto por parte del tribunal. Los miembros del jurado han considerado que no está probado que fuera el autor de los 47 cortes que presentaba la víctima.

En la última sesión, el abogado de la familia del fallecido solicitó que se condenara a Rafael A.R. a 15 años de prisión por un delito de homicidio. Tanto la representante de la Fiscalía de Madrid como la defensa del procesado insistieron ayer en sus informes que no había base probatoria para sustentar una acusación contra el acusado, quien esa noche acudió a la casa de la víctima a mantener una relación sexual a cambio de dinero. Sin embargo, la Policía localizó en la vivienda hasta cinco perfiles genéticos.

Entre las pruebas, el abogado de la acusación particular sostenía que éste robó el móvil de la víctima entre las horas en las que se cometió el crimen el 30 de enero de 2011. Además, apuntó que la Policía halló en su vivienda varias prendas de vestir con sangre, como la localizada en unas zapatillas. Sin embargo, la Policía Científica no extrajo el perfil genético de la misma.

RELATO DE LOS HECHOS

Según el fiscal, un día antes de los hechos el acusado estuvo en la casa para mantener una relación con el fallecido. Como no logró su propósito, se llevó su móvil. No obstante, reclamaba su libre absolución al estimar que no es el autor de los hechos.

El cuerpo del enfermero, Ángel G. R., de 52 años, fue hallado sin vida a primera hora de ese día. La víctima trabajaba en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

El cadáver se localizó en posición de cúbito lateral, desnudo, tapado con una alfombra y con varias heridas de arma blanca. La habitación donde fue hallado el cuerpo estaba revuelta y llena de sangre pero el resto de la vivienda estaba en orden.

Los investigadores pronto averiguaron que los presuntos autores del hecho, tras cometer el crimen, sustrajeron del interior del domicilio un teléfono móvil y un ordenador portátil propiedad de la víctima, por lo que centraron sus pesquisas en estos aparatos electrónicos.

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