El ex consejero declara como imputado durante dos horas por un delito de denuncia falsa
MADRID, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ex consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Manuel Lamela, aseguró hoy tras prestar declaración como imputado por un delito de falsa en el 'caso Leganés' que no tiene por qué defender su inocencia por la acusación que se le imputa por supuestamente dar pábulo a una denuncia anónima para iniciar el proceso penal por las supuestas sedaciones irregulares en el Hospital Severo Ochoa.
Lamela y seis médicos que elaboraron un informe para apoyar su tesis declararon esta mañana ante la juez de Instrucción número 43 de Madrid, María del Coro Cillán. La magistrada investiga una querella presentada por el ex coordinador de Urgencias del Severo Ochoa Luis Montes y otro compañero contra Lamela y los sanitarios por denuncia falsa y falsedad.
Al término de su comparecencia, que se prolongó casi dos horas, Lamela instó a los periodistas a "resucitar la hemeroteca" para conocer el contenido de su declaración al negarse a contestar las preguntas lanzadas. "Podéis resucitar la hemeroteca que tenéis porque no he dicho nada nuevo", aseveró tranquilo.
A preguntas sobre si se defendió de los delitos que se le acusan, el ex dirigente popular contestó: "No tengo por qué defender mi inocencia. ¿Soy culpable de algo". Preguntado sobre si cree que se archivará la querella, el ex responsable de Sanidad respondió a la periodista que le inquirió sobre ese asunto: ¿Tú qué crees?", con una amplia sonrisa antes de meterse en los ascensores de los juzgados de Plaza de Castilla. Además, insistió en que venía "como querellado" y no como imputado.
Lamelo intentó despistar a los periodistas subiendo y bajando ascensores para que no le siguieran la pista. Finalmente, salió por uno de los garajes de las dependencias judiciales para evitar ser captado por los cámaras apostados a las puertas de los juzgados.
DEFENSA DE SU TESIS
En su declaración, el ex consejero justificó la actuación de la Consejería de Sanidad para investigar las supuestas sedaciones irregulares detectadas en el hospital. Su postura se reforzó entonces con un informe que elaboró un comité de expertos formado por médicos elegidos por el Gobierno regional.
Los médicos son Manuel Gómez Barón, del Hospital La Paz; Hernán Cortes, oncólogo del 12 de Octubre; Dolores Crespo, del Ramón y Cajal; Bartolomé Bonet, del Hospital de Alcorcón; Francisco López Timoneda, del Clínico San Carlos; e Isidoro Álvarez, de la Consejería de Sanidad. A los especialistas se les imputa un delito de falsedad.
Cuando la Consejería tuvo conocimiento de la denuncia anónima, el ex dirigente popular solicitó el 8 de marzo de 2005 al viceconsejero de Sanidad en aquella época, Arturo Canalda, que indagara sobre los hechos denunciados. En una carta, éste argumentó que la propia Consejería y el Comité de Ética de Getafe habían determinado en 2003 que no había indicios sobre la 'mala praxis' en las Urgencias del Severo Ochoa.
Pese a ello y siguiendo indicaciones de Lamela, Canalda presentó el 26 de mayo de 2005 una la denuncia ante un Juzgado de Leganés, en base a lo denunciado por una persona anónima. La denuncia se apoyó en el informe elaborado por los médicos ahora imputados por falsedad.
La abogada de Montes, María Jesús Díez Veiga, comentó que Lamela se escudo ante la juez en que se tenía que investigar la denuncia anónima porque en 2003 él no era consejero, restando validez a la investigación anterior.
Respecto al informe de los médicos, Lamela defendió su validez ante las críticas de la abogada de Montes de no basarse en un método científico. Según Veiga, un informe anterior sobre el mismo asunto consultó a los médicos que habían elaborado los historiales clínicos de los pacientes fallecidos en las Urgencias del Hospital. "A Lamela el método científico le da igual, le importan sólo las conclusiones".
QUERELLA DE MONTES
En la querella, Montes esgrimía que los casos de sedaciones que investigaron los juzgados leganenses habían sido "sometidos a inspección previamente, incluso por el Comité de Ética del Hospital Universitario de Getafe", y que "no se demostraron indicios para plantear la denuncia".
Montes y su compañero, López Vara,s consideraban en la querella interpuesta que la campaña y la investigación se iniciaron a raíz de una "denuncia anónima", que a su juicio no podía servir de base para "la actuación judicial" que se produjo.
El 'caso Leganés' se inició en marzo de 2005, cuando Lamela relevó a Montes y a su equipo de las Urgencias del Severo Ochoa con motivo de las denuncias que les acusaba de de 400 homicidios por la presunta práctica de sedaciones irregulares.
El caso llegó al Juzgado de Instrucción número 7 de Leganés. En junio de 2007, el juez determinó que se produjo 'mala praxis' médica, si bien no pudo acreditar la conexión entre ésta y las muertes que se habían producido en las Urgencias. La causa se archivó.
En enero de 2008, un auto de la Audiencia Provincial de Madrid confirmó el sobreseimiento de la causa, ordenando que se suprimiera toda referencia a la posible mala práctica médica de los profesionales del Severo Ochoa. Los magistrados no pudieron demostrar la relación causa-efecto entre las muertes de los pacientes y las sedaciones a las que fueron sometidos.
