MADRID 11 May. (EUROPA PRESS) -
El candidato socialista a la Alcaldía de Madrid, Jaime Lissavetzky, ha prometido este miércoles un fortalecimiento de las relaciones con las embajadas, la mayoría con sede en la capital, para ayudar a los inmigrantes que llegan a la ciudad, además de ampliar el Foro de Diálogo y Convivencia de Madrid, la red de servicios sociales, con el fin de garantizar una atención adecuada a aquellos recién llegados y que se retomen las ayudas a la cooperación internacional.
Así lo ha expresado en la presentación del último informe sobre inmigración de la Fundación Ideas, donde ha asegurado que se enfrentaría al "desafío" de las políticas de inmigración "sin rehuirlas" ya que este colectivo ha enriquecido social, cultural y económicamente a la ciudad. También ha pedido a la ciudadanía que recuerde que la española también fue en el siglo XX una sociedad de inmigrantes, que buscaban una vida mejor en Argentina, Alemania o Cuba.
"Hay que ser ambiciosos y ver a los inmigrantes como una gran oportunidad social y económica, para rejuvenecer la sociedad. Lamentablemente no todos piensan así y un ejemplo es nuestra vecina Italia, donde algunos políticos, de derechas por supuesto, se aprovechan de la desgracia de estos inmigrantes enarbolando consignas racistas y xenófobas pensando que podrían conseguir réditos electorales", ha apuntado en un discurso en el Círculo de Bellas Artes.
También ha habido tiempo para las críticas, destinadas en exclusiva al alcalde de Madrid y candidato del PP a la reeleción, Alberto Ruiz-Gallardón. Así, ha asegurado que el presupuesto municipal destinado a la inmigración ha caído un 22,7 por ciento en la última legislatura, además de haber eliminado la "mayoría" de programas para favorecer la integración intercultural y de recortar la cooperación al desarrollo hasta el 0,02 por ciento. Por contra, como ha apuntado, el Gobierno central ha aportado "el 70 por ciento del presupuesto municipal (en esta materia) con el Fondo de Acogida de Inmigrantes".
El candidato también ha querido demostrar a los inmigrantes presentes que les comprende. "Me llamo Lissavetzky, aunque he nacido en Chamberí, pero me llamo Lissavetzky, sé de lo que hablo", afirmado.
Lissavetzky ha sido precedido por el exministro y vicepresidente de la Fundación Ideas, Jesús Caldera, que se mostrado "orgulloso" de la sociedad española por cómo ha integrado el fenómeno de la inmigración, sin olvidarse de añadir que las políticas del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero "han funcionado".
OBAMA SE INSPIRA EN ESPAÑA
De hecho, Caldera ha subrayado que la propuesta de regulación de trabajadores irregulares lanzada por el presidente norteamericano, Barack Obama, tiene "cierta inspiración en lo que se hizo en España". Y no sólo se ha centrado en los aspectos puramente humanitarios sino también en las razones económicas basándose en el informe de la Fundación Ideas presentado este miércoles.
Entre sus conclusiones, Caldera ha destacado que en la última década la inmigración ha permitido que la renta per cápita se elevara en el país un 32 por ciento, a lo que ha añadido que "todos los informes" aseguran que los inmigrantes "no disputan el empleo nacional" sino que lo complementan, con un desplazamiento de los autóctonos a tareas más cualificadas y, por lo tanto, mejor remuneradas. También su presencia ha favorecido la incorporación de la mujer al mercado laboral.
Asimismo, Caldera ha apuntado que la inmigración tiene una aportación positiva en las cuentas públicas y es que en la década anterior a la crisis aportaron hasta 5.000 millones anuales, reducidos a 3.000 a primeros de 2011. "Eso retrasó al menos en cinco años la entrada en déficit del sistema de pensiones, que está garantizado en el futuro por la reforma del Gobierno", ha concluido.