Menores tutelados por la Comunidad de Madrid aprenden a cocinar torrijas en una clase culinaria a cargo de Juan Pozuelo

MADRID 31 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un grupo de menores tutelados por la Comunidad de Madrid ha aprendido este sábado a cocinar torrijas tras recibir una clase culinaria de la mano del chef Juan Pozuelo, que ha compartido sus conocimientos en la preparación de este postre típico de estas fechas en la cocina de la Residencia Infantil Vallehermoso.

Allí, junto a una decena de chicos de entre 9 y 10 años, el cocinero ha preparado una buena ración del tradicional postre, durante un taller de cocina en el que también ha estado presente el consejero de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, Salvador Victoria, que ha destacado la presencia del popular chef junto a los niños esta mañana.

"(Es) un lujo poder contar con él en una actividad como esta", ha señalado Victoria, que ha querido visitar a los chavales de esta residencia, una de las 94 de la red pública de la Comunidad de Madrid para menores tutelados por la Administración autonómica, el primer día de las vacaciones de Semana Santa.

Precisamente, la actividad se ha centrado en la preparación de un postre típico de estas fiestas, las torrijas, aunque en esta ocasión los pequeños han podido degustar el dulce bañados de chocolate, previo paso por el horno en lugar de ser fritas a la sartén. Hoy tocaba "comer sano", según explicaba Pozuelo a los chavales.

Estos han preparado el postre bajo las indicaciones del popular chef, que ha cambiado este sábado los platós de televisión por los fuegos de la cocina de la Residencia Vallehermoso y de esta forma. "Lo que queremos es que los chicos tutelados por la Comunidad de Madrid en esta residencia se sientan como en familia", ha apuntado Victoria.

El consejero ha destacado que actividades como estas ayudan a "echar volar su imaginación" y sirven para amenizar el período estival a los pequeños. En total, la Administración autonómica tiene bajo su tutela con algún tipo de protección a unos 4.600 menores.

De ellos, el 62 por ciento vive en situación de acogimiento familiar, bien sea con familia extensa, como puedan ser tíos o abuelos, o ajena, junto a familias de acogida previamente seleccionadas y formadas para hacerse cargo de ellos de forma temporal o permanente.

Para los chavales que por determinadas circunstancias no puedan ser acogidos, la Administración regional cuenta con una red de residencias públicas formada por 94 centros de distinto tipo con más de 1.600 plazas.