De Mingo.- Los familiares de las víctimas sufren estrés postraumático por falta de apoyo psicológico de la Jiménez Díaz

MADRID, 16 May. (EUROPA PRESS) -

Los familiares de Leilah E.O., Félix V.A. y Jacinta G. de la L., los tres fallecidos el 3 de abril de 2003 en los pasillos de la Fundación Jiménez Díaz tras ser apuñalados supuestamente por la médico residente Noelia de Mingo, sufren estrés postraumático y depresión tres años después de los hechos debido, en parte, a que la dirección del hospital en el que ocurrió el suceso no les prestó ayuda psicológica en el momento de conocer que sus seres queridos habían muerto.

Así lo puso de manifiesto María Luisa Baranda, una psicóloga que trató a los allegados de las víctimas mortales y que declaró hoy en calidad de perito en la quinta sesión del juicio que se sigue en la Audiencia de Madrid a la doctora De Mingo.

El fiscal reclama para la acusada 65 años y 11 meses de prisión o su ingreso en un centro cerrado por el mismo tiempo al considerarla autora de tres delitos de asesinato, cuatro en grado de tentativa, un delito de lesiones y una falta de lesiones graves. Por su parte, la acusación particular reclama más de 85 años de cárcel

ANSIEDAD GENERALIZADA Y DEPRESIÓN

Baranda explicó ante el juez que todos los familiares de las víctimas mortales presentaban estrés postraumático, trastorno caracterizado por la vivencia constante de los hechos acompañados de taquicardia y sudoración, al tiempo que señaló que todos ellos padecían ansiedad generalizada y depresión.

Así, especificó que la viuda de Félix V.A. sufría alucinaciones, ya que creía ver a su marido en los lugares que frecuentaba, mientras que sus hijos estaban muy afectados al no haber elaborado bien el duelo por la muerte violenta de su padre.

La perito matizó que Francisco Javier H., el hijo de Jacinta G. de la L., presentaba un gran sentimiento de culpa al pensar que había sido él quien había llevado a su madre al lugar en el que falleció, y apuntó que Paloma H., hermana del anterior, ha tenido que cambiar por completo su vida porque fue despedida del trabajo por falta de concentración, se mudó de domicilio y perdió por estrés el bebé que esperaba.

Finalmente, subrayó que los familiares de Leilah E.O. y su pareja "han perdido a un referente en su vida" y aclaró que todos ellos se sienten "muy culpables" debido a que conocían que Noelia de Mingo tenía alteradas sus facultades mentales.

FALTA DE AYUDA POR PARTE DE LA JIMÉNEZ DÍAZ

La perito concluyó su intervención haciendo hincapié en el hecho de que si la Fundación Jiménez Díaz hubiera prestado ayuda psicológica a estas personas en el momento en que se les comunicó la muerte de sus seres queridos sus trastornos no se hubieran cronificado y el estrés postraumático habría desaparecido.

Esta afirmación fue rebatida por las psicólogas Begoña Arbullo y María Luisa Margallo propuestas por la defensa, quienes aseveraron que es "muy confuso" que todos los allegados de los fallecidos hayan experimentado estrés postraumático. No obstante, especificaron que nunca han tratado a los afectados directamente y que sus conclusiones están basadas en el informe realizado por la doctora Baranda.

En la jornada de hoy también comparecieron en calidad de peritos varios doctores que evaluaron los daños de las personas agredidas por Noelia de Mingo. En este sentido, el forense Taisir Tawfig indicó que las víctimas más afectadas son Esperanza G.R., que tras los hechos perdió 20 kilos de peso y sufrió alopecia debido al sentimiento de culpa que experimentaba, y Carmen M.L., que desde que fue apuñalada presumiblemente por la doctora De Mingo tiene insuficiencia respiratoria en un 52 por ciento, hipotermia y ha perdido audición en los dos oídos.

El juicio a Noelia de Mingo continuará el jueves en la sección decimosexta de la Audiencia madrileña con la comparecencia de los psiquiatras que evaluaron a la procesada tras los hechos.