MADRID 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Comunidad de Madrid cuenta con nuevas pruebas que confirman que la totalidad de la meseta del yacimiento de Santorcaz, al este de la región, estuvo ocupado, según se desprende de un análisis realizado este verano mediante magnetometría de cesio en el yacimiento carpetano de El Llano de la Horca.
Con este sistema se han podido distinguir estructuras, tanto habitacionales como de combustión, en toda su extensión. De hecho, el estudio muestra que algunas de las edificaciones son muy grandes y están bastante compartimentadas.
La prospección magnética llevada a cabo por el arqueólogo y geofísico alemán Helmut Becker indica que hay zonas en las que se concentran numerosas estructuras de combustión, como hogares y hornos. Aparte de algunas zonas quemadas, en las que aún se pueden ver los zócalos de los muros de una casa, a simple vista no parece haber niveles de incendio generalizados.
El proyecto de investigación, iniciado en el año 2001, se está llevando a cabo desde el Museo Arqueológico Regional, dependiente de la Vicepresidencia, Consejería de Cultura y Deporte y Portavocía del Gobierno. Además, tiene el respaldo y financiación de la Comunidad de Madrid y cuenta con el 1 por ciento cultural del Ministerio de Fomento.
La magnetometría de cesio recoge datos de todos los elementos arqueológicos que se encuentran bajo tierra, como adobe quemado, piedras o ladrillos, todos ellos a grandes profundidades. Las sucesivas campañas de excavaciones en este enclave han permitido descubrir y conocer importantes datos sobre la ocupación de este asentamiento.
Así, se ha descubierto una gran cantidad de estructuras domésticas que han sido exhumadas, además de objetos como monedas, placas decoradas, fíbulas, cardadores, puntas de flecha, numerosas concentraciones de cerámica fragmentada, fusayolas, ruedas de molino, pinzas y agujas de hueso y bronce, entre los más destacados.
El Llano de la Horca es un yacimiento de la Segunda Edad del Hierro que estuvo poblado entre los siglos III y I a.C. por los carpetanos, pueblo prerromano de la Península Ibérica, situado al sur de los celtíberos, que se extendían por los territorios que en la actualidad ocupa la casi totalidad de la Comunidad de Madrid y parte de los territorios de Castilla-La Mancha.
El poblado tiene una superficie ocupada de cerca de 10 hectáreas y su área de influencia sería de entre 5 y 7 kilómetros. Se trataría de una comunidad urbana desarrollada, con algún tipo de jerarquía social, de creciente especialización industrial y con una población bastante densa.