Pérez de la Fuente diseña un "montaje muy mediterráneo" de 'El tiempo y los Conway' de Priestley

Luis Martín En 'El Tiempo Y Los Conway'
TEATROS DEL CANAL
Actualizado: martes, 17 enero 2012 14:36

MADRID, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -

Juan Carlos Pérez de la Fuente se ha embarcado como director y productor en el clásico de J.B. Priestley 'El tiempo y los Conway', un "montaje muy mediterráneo", como él mismo lo ha calificado, en el que predomina "el elemento emocional por encima de lo racional".

Desafiando los tiempos que corren, Pérez de la Fuente emprendió hace un año este proyecto en el que trabajan una veintena de personas. Entre ellas el elenco, protagonizado por Luisa Martín y Nuria Gallardo y que cuenta también con los actores Alejandro Tous, Juan Díaz, Chusa Barbero, Débora Izaguirre, Ruth Salas, Alba Alonso, Román Sánchez Gregory y Toni Martínez.

'El Tiempo y los Conway', que podrá verse a partir del 18 de enero en la Sala Roja de Teatros del Canal, es según el director de escena, "un vómito ácido y tragicómico" que el autor sitúa en 1919, justo al acabar la I Guerra Mundial y que más tarde traslada a 1937, poco antes del inicio de la segunda gran contienda.

La obra, que no se representa en España desde hace 20 años y que era la predilecta de Priestley, es para Pérez de la Fuente "un texto por descubrir" y además "un faro en el momento en el que la sociedad está buscando la luz". "Uno se pregunta si es posible la felicidad y si somos responsables de nuestro futuro", apunta recordando que las respuestas en esta función "las da cada personaje". En su opinión, "el gran teatro no es el que te da respuestas sino el que te remueve y te identifica".

SUSTITUIR LAS PANCARTAS

Para el director, en estos momentos críticos que se asemejan mucho a los que acogen esta función, el teatro "debe alumbrarnos". "Es preciso sustituir las pancartas por el buen teatro. Los gritos tienen que darse desde el escenario", asegura convencido de la "labor terapéutica" que tiene el teatro.

Además, considera que, más que nunca, lo privado y lo público deben colaborar. Lamenta que teatros públicos emblemáticos como el María Guerrero (que él mismo dirigió como responsable del Centro Dramático Nacional) o el Español, le hayan "cerrado las puertas" y añade que el teatro público "no puede seguir con axiomas del siglo XIX". Por eso se pregunta si éste no habrá fracasado, especialmente cuando las Administraciones son las que no pagan a las compañías.

Para poner en pie 'El tiempo y los Conway' Pérez de la Fuente ha tenido que contar con un elenco de excepción. "Es una obra muy coral y necesitaba, ante todo, actores generosos que supieran escuchar", dice recordando que el teatro "puede hacerse con muy poco pero no existe sin buenos actores".

Luisa Martín y Nuria Gallardo confirman el "equipo muy familiar" que se ha logrado en esta compañía después de "ensayos duros a morir" que han puesto de relieve la "rigurosidad" y "exigencia" del director y de los artistas. "Se ha producido algo poco habitual y es que esta compañía adora a sus productores. Puede que sean unos locos maravillosos", dice Luisa Martín.

La actriz encarna el papel de la madre, "una mujer muy victoriana y muy lista que se niega a dejar esa etapa que tanto adora y a quien le gusta la elegancia", dice Martín.

Precisamente, por lo tiempos que corren, los actores se sienten "permeables" a todo lo que sucede en la sociedad y eso es "información que se almacena en nuestro disco duro y que aparece cuando lo necesitas", añade la artista para explicar la construcción de su personaje. Nuria Gallardo recuerda además que ésta es una función "con mucho humor y también con esperanza".

MONTAJE SIMBÓLICO

'El tiempo y los Conway' ha contado con la traducción "nada distanciada" de Luis Alberto de Cuenca, dice Pérez de la Fuente. En su opinión, "la construcción de los personajes y el paso del tiempo" han sido los dos aspectos más complejos que se resuelven de manera magistral pues un efecto sorprendente permite a los protagonistas, en menos de 50 segundos, saltar de 1919 a 1937.

La escenografía presenta unos grandes paneles que juegan un papel esencial. "Es un montaje simbólico en el que las paredes son los planos de un arquitecto. La casa de esta familia es el elemento de la discordia y cae sobre ellos", explica el director de escena.

Hasta el 5 de febrero podrá verse este montaje que no hace sino confirmar la opinión de Pérez de la Fuente: "No estoy loco, soy un director metido a productor que está aquí para hacer los proyectos que le gustan".