MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
El plan que pondrá en marcha la Comunidad de Madrid para reducir la lista de espera diagnóstica se presentará a finales de abril y no contemplará "medidas de choque ni coyunturales", aunque "tenderá" a los plazos máximos fijados en el programa electoral del PSOE a nivel nacional, que son coincidentes, además, con los del PP.
Durante su intervención en una jornada organizada por Pricewaterhouse Coopers en la que expuso las 'Estrategias de futuro de la sanidad madrileña', el consejero de Sanidad y Consumo, Manuel Lamela, aseguró hoy que, a diferencia del plazo máximo de 30 días que estableció el Gobierno regional para operaciones quirúrgicas, el de la demora diagnóstica "no va a ser un plan de hitos" para que la oposición, comentó, controle la evolución de los objetivos marcados, aunque los ciudadanos "sí observarán una reducción significativa" de los tiempos de espera.
Así, avanzó que en este ámbito se propondrán "medidas estructurales que reequilibren la relación entre la Atención Primaria y la Especializada", que se traducirán en "objetivos a corto, medio y largo plazo" y se apoyarán, igual que el plan de la lista de espera quirúrgica, en la derivación de servicios a centros privados concertados a través de "mecanismos estables de colaboración".
En este sentido, Lamela hizo una firme defensa de "la cooperación" entre la sanidad pública y la privada para dar "la mejor calidad asistencial" y unos tiempos de respuesta adecuados, y apostó también por dar "autonomía" al gestor del centro sanitario, de forma que sea "responsable del presupuesto y del gasto farmacéutico".
GESTIÓN PRIVADA
Igualmente, expresó su intención de dar continuidad al modelo del hospital de Valdemoro, el único de los ocho nuevos proyectados en esta legislatura cuya gestión es íntegramente privada, si bien está dentro de la red sanitaria pública --los otros siete tendrán gestión pública en los servicios sanitarios, mientras que el resto, tales como limpieza, cafetería y seguridad, están externalizados--.
El consejero de Sanidad y Consumo abogó, así, por un sistema sanitario madrileño "racional, único, compatible y relacionado con la sanidad privada", sector este último con el que plantea contar tanto en la financiación, como en la construcción de nuevas infraestructuras y en la gestión de los servicios. En este punto, advirtió que aunque se trate de la sanidad "no podemos desvincularnos de criterios empresariales para garantizar la eficiencia del sistema", y apuntó que, aun así, en 2006 la Comunidad de Madrid no está más endeudada en sanidad de lo que lo estaba en 2002.
En otros momentos de su comparecencia, Lamela subrayó que, a pesar de que esta legislatura es más corta de lo normal, el Gobierno regional va a cumplir en materia de sanidad "un 20 por ciento más" de los compromisos inicialmente asumidos, y puso en duda que haya "un gobierno más comprometido con el servicio sanitario" que el que preside Esperanza Aguirre, lo que se traduce "en un esfuerzo económico también difícilmente repetible" y ejerciendo su "corresponsabilidad" con el Sistema Nacional de Salud (SNS).
Tras explicar que los objetivos por los que trabaja su departamento tienen como horizonte temporal el año 2017, destacó especialmente los que consisten en potenciar la actividad ambulatoria y la telemedicina, también en el medio rural, y la desburocratización administrativa, con el fin de que "la mayoría de los problemas se resuelvan en el centro de salud".
PERSONAL ESTABLE, NO INTERINO
En el ámbito de los recursos humanos, Lamela dijo que hay en marcha tres ofertas de empleo simultáneas, con más de 5.000 plazas de personal sanitario, y apostó por unos profesionales estables, no interinos. Además, destacó que Madrid es la primera comunidad autónoma que "se ha lanzado" a definir la carrera profesional y se comprometió a trabajar por que haya un único régimen jurídico para todo el personal sanitario.
Al referirse a la modernización del sistema de salud, avanzó que en septiembre u octubre de este año toda la Atención Primaria estará centralizada en un único centro informático y que en menos de dos años los ocho nuevos hospitales "funcionarán en red, conectados a un centro nodal". Así, dentro de cinco años todo el sistema sanitario estará comunicado, tanto la Atención Primaria y Especializada como los hospitales públicos y concertados.
Por otro lado, el consejero madrileño consideró que el sistema sanitario español es "uno de los mejores del mundo", que "se ha ido articulando a lo largo de varios decenios" bajo las premisas de universalidad y gratuidad de la prestación y de forma "descentralizada, no como reinos independientes".
A este respecto, se mostró partidario de que siga habiendo un sistema nacional de salud y reivindicó el diálogo entre las administraciones territoriales "al margen de cuestiones no políticas, sino partidistas". Consideró "imprescindible" que haya "un liderazgo en la dirección" del SNS, que es "una de las grandes carencias" que tiene hoy, y criterios homogéneos a seguir en toda España en cuestiones como la cartera de servicios y la movilidad profesional.
PACTO NACIONAL Y 'TURISMO SANITARIO'
Para Lamela, ese reto debe "hacerse entre todos" y no desde la exclusión o bilateralidad de una administración con otra", pues ello acabaría con la "cohesión" del sistema. "La Comunidad de Madrid quiere participar en la modernización del SNS desde la lealtad y el diálogo, pero no desde el conformismo de quedarnos con lo que nos dan y aguantarnos con lo que no nos dan", declaró.
Por ello, reivindicó un pacto nacional que "garantice la sostenibilidad del sistema y permita cambiar la mentalidad" del usuario, al que hay que exigir "entre todos, sin demagogia, desde la complicidad" que haga "un buen uso del sistema, no un abuso". "Eso de que 'a coste cero, demanda infinita' es cierto", advirtió Lamela, quien hizo hincapié en que "el sistema no es gratis, sino que se paga con los impuestos de todos".
En este punto, el consejero de Sanidad y Consumo instó a la Administración estatal a cumplir con su "responsabilidad de ordenar" aquellos mecanismos internacionales y nacionales existentes para compensar los gastos derivados del 'turismo sanitario'.
Según Lamela, se trata de "un problema que probablemente no tenga solución" porque "es muy difícil establecer medidas disuasorias", pero consideró que tiene que tener "un tratamiento" dentro del sistema de salud. A su juicio, es "un orgullo" que ciudadanos de otras comunidades autónomas y otros países vengan a Madrid y España a operarse, pero cree que "alguien tendrá que pagar eso". "No podemos pedir a los madrileños que financien los trasplantes que se hacen a ciudadanos de Brasil o la atención oncológica a ciudadanos dominicanos", argumentó.