Policía Científica vuelve a inspeccionar el chalé de El Molar e investiga si el asesino sufría algún trastorno

También analizan las dos escopetas encontradas en la casa y supuestamente utilizada en los crímenes

Agentes de la Guardia Civil realizan investigaciones en la vivienda donde han muerto tres personas durante un incendio, en El Molar, Madrid (España), a 9 de marzo de 2021. El 112 ha recibido un aviso de la Policía Local sobre las 12.30 horas de este mar
Agentes de la Guardia Civil realizan investigaciones en la vivienda donde han muerto tres personas durante un incendio, en El Molar, Madrid (España), a 9 de marzo de 2021. El 112 ha recibido un aviso de la Policía Local sobre las 12.30 horas de este mar - Ricardo Rubio - Europa Press
Europa Press Madrid
Publicado: jueves, 11 marzo 2021 15:24

MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Policía Científica de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid ha vuelto a inspeccionar al chalé de El Molar donde encontraron el lunes tres cadáveres y también si investiga si el supuesto autor de las muertes sufría algún trastorno psiquiátrico o proceso depresivo, han indicado a Europa Press fuentes policiales.

Los agentes especializados tuvieron que retirarse ayer de la inspección ocular y recogida de pruebas que realizaban en dicha vivienda, situada en una urbanización apartada del casco del municipio, después de que se reavivara el fuego en dos colchones. Esta mañana han vuelto para seguir los trabajos y también para interrogar a los vecinos y familiares de la familia fallecida.

En una primera reconstrucción de los hechos tras la autopsia, Fausto disparó por la noche a quemarropa en sus habitaciones a su mujer Mari Cruz y a su hija de 11 años Isabel, quienes seguramente estaban durmiendo. No se sabe cómo pasó la noche y la mañana, para ello se está analizando su teléfono móvil. A mediodía roció con gasolina esas habitaciones y la cocina y luego se quitó la vida descerrajándose un tiro en la boca cuando las llamas llegaban a la entrada del chalé.

Ahora, la Guardia Civil investiga si el presunto asesino padecía depresión o algún trastorno psiquíatrico, aunque en ese momento no tomaba ninguna medicación. No obstante, según algunos vecinos y parientes, con el Covid se había vuelto muy obsesivo y controlador, y apenas dejaba salir a la calle a su mujer y su hija por miedo al contagio. De hecho, Mari Cruz estaba bastante triste y apagada por no poderse relacionar socialmente.

Los agentes del laboratorio de Criminalística también están analizando las dos escopetas encontradas en la casa y supuestamente utilizada en los crímenes. Quieren saber cuándo las adquirió y si estaba en vigor la licencia de armas por caza que tenía. La familia desea repatriar los cadáveres de la mujer e hija a Paraguay, donde es originaria la madre, una vez concluya la investigación policial.

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