MADRID 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de Transportes del PSOE en la Asamblea de Madrid, José Quintana, asoció hoy la veintena de actos de sabotaje que, según un informe de la Jefatura Superior de Policía, se han producido en la red de Metro, con la intención de la presidenta regional, Esperanza Aguirre, de "esconderse burdamente" de su "nefasta gestión".
Quintana aseguró que la investigación policial "no es concluyente" y "tan sólo menciona una posible avería en la que se presupone que podría ser hecha por un trabajador debidamente acreditado". "El destino ha querido que hoy se filtrara, con una interpretación un tanto sesgada, un informe policial sobre las averías de Metro", señaló irónicamente. En este sentido, el parlamentario socialista acusó a la consejera de Transportes e Infraestructuras, Elvira Rodríguez, de estar "enrareciendo en extremo" la situación en el Metro, al "tirar la piedra del sabotaje y escondee la mano cobardemente".
VERDADERAS CAUSAS DE LAS AVERÍAS
Así, defendió que las averías que se producen en la línea 6 están relacionadas con la falta de subestaciones eléctricas; que las que se producen en la 3, "la más inaugurada del mundo", se deben a que se inauguró "sin terminar"; y que las de la 1 se deben a "la falta de material móvil". A ello añadió "las inundaciones que se producen cuando caen cuatro gotas", que vinculó a la "falta de previsión" del Gobierno regional.
No obstante, admitió que "cualquier persona con malas intenciones" puede llevar a cabo "actos vandálicos" como "poner pegamento en una puerta o cortar los cables de un radioteléfono". "Son actos vandálicos que siempre se han dado y que, a día de hoy, sólo son un perjuicio para los usuarios y los trabajadores y que están siendo aprovechados por la Consejería de Transportes para distraer la atención", apuntó. Según Quintana, "estos actos vandálicos sólo favorecen a las teorías conspirativas de Esperanza Aguirre".
Del mismo modo, consideró "una barbaridad" que se culpe a los trabajadores de la aparición de una bolsa con explosivos que, según dijo, "realmente eran unos tubos de plástico guardados en una bolsa". "¿Serán los cien nuevos agentes de seguridad también sospechosos en caso de que haya alguna avería más?", se preguntó.