MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
El concejal socialista Alejandro Inurrieta denunció hoy un "oligopolio" en el seno del Ayuntamiento de Madrid al contratar la Administración a un grupo de empresas, con precios que dañan a terceros y que, junto con la externalización de servicios, "lastra aún más la financiación de la ciudad".
Inurrieta, portavoz del PSOE en la Comisión de Vigilancia de la Contratación, ha elaborado un informe, al que tuvo acceso Europa Press, en el que afirma que en el Ayuntamiento "se ha ido produciendo un proceso de concentración en la contratación en pocas empresas" junto con un "proceso de externalización de muchos servicios" con el que "los precios que pagan las empresas están muy por debajo del precio de mercado". Esto supone "una subvención encubierta a este conjunto reducido de empresas", criticó el edil.
El socialista llegó a afirmar que con este progresivo proceso de concentración en la contratación se producen "indicios de sobreprecio en algunos contratos, fundamentalmente los de mayor cuantía". La consecuencia es que se produce un "encarecimiento de la contratación, lo cual redunda en un aumento de deuda y reducción de fondos para su uso en otras actividades".
"Se está generando un grado de oligopolio importante en la actividad económica alrededor de la contratación pública del Ayuntamiento", argumentó Inurrieta. Puso como ejemplo el caso del contrato de publicidad con la empresa francesa Decaux.
Explicó que el primer contrato en Madrid se firmó en 1995, "con unas condiciones para la empresa muy favorables pues pagaba de canon la cantidad de 31.252 euros anuales y un período de 15 años". El contrato inicial contemplaba la posibilidad de prorrogar el contrato por dos períodos consecutivos de tres años cada uno. Posteriormente se aumentó el canon que la empresa debía abonar hasta llegar a los 6,3 millones de euros.
El concejal añadió que en la determinación del nuevo canon se presentó un estudio que consideraba que el negocio publicitario se situaría entre un 10 y un 15 por ciento por debajo de años anteriores por la crisis. "Resulta entendible tras el análisis del estudio económico que la empresa haya aceptado este nuevo canon que le garantiza unos beneficios sustanciosos pero lo que resulta más turbio es encontrar una justificación al anterior canon que la empresa abonaba al Ayuntamiento", expuso el edil.
Lo que argumentó el socialista es que con un canon "tan extraordinariamente bajo", el Ayuntamiento dejó de ingresar en un periodo de 15 años "un abanico que oscila entre los 84 y los 100 millones de euros". En definitiva, esta operación "no se corresponde con ninguna lógica económica y sólo puede interpretarse en clave de favor económico y político a una empresa muy protegida por los Aznar".
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