MADRID 8 May. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de Medio Ambiente en el Grupo Municipal Socialista de la capital, Pedro Santín, consideró hoy que el plan de lucha contra los graffitis "ha fracasado", ya que el número de pintadas se ha triplicado tras la entrada en vigor de la nueva ordenanza.
"Hace un año de la entrada en vigor de la nueva Ordenanza de Limpieza y las pintadas en muros, monumentos y mobiliario urbano se han multiplicado por tres", criticó Santín.
El concejal afirmó que, en un principio, Medio Ambiente adoptó la política de poner a los graffiteros la mínima sanción prevista en nueva Ordenanza, que era de 300 euros, y que como las pintadas seguían aumentando, a partir de febrero de 2010, "decidieron multiplicar por 10 el importe de las sanciones y llegar a los 3.000 euros. "Pero el resultado ha sido el mismo, los graffitis no sólo no han disminuido, sino que han seguido creciendo proporcionalmente", criticó.
En opinión del concejal socialista, "la política del enfrentamiento con los graffiteros de la responsable del área, Ana Botella, ha sido un completo error". Así, dijo que en 2009, Medio Ambiente "sólo impuso por este concepto 84 multas y desde abril de 2009, fecha en la que entró en vigor la nueva Ordenanza, hasta ahora, sólo se han puesto 73 sanciones de las que sólo se han pagado seis, porque los jóvenes se han declarado insolventes, porque los padres no se han hecho cargo de la multa y, sobre todo, porque desde que en septiembre de 2009 se puso en funcionamiento el programa de sustitución de sanciones por trabajos a la Comunidad, los graffiteros piden sustituir sus sanciones por los llamados trabajos para la Comunidad".
Para el edil socialista, "estos trabajos consistentes en que un grupo de graffiteros sancionados a las órdenes de un funcionario municipal se dedican a pintar bordillos o paredes durante los fines de semana, no tienen ningún valor reeducativo y no sirven más que para suministrar mano de obra gratuita a las empresas concesionarias de la limpieza viaria".
"Está claro que lo que estamos viendo es que los graffiteros trabajan por la mañana gratis para el Ayuntamiento y por la tarde y la noche vuelven a hacer sus graffitis de forma clandestina", indicó.
Según Santín, "las multas que está poniendo en la actualidad el Ayuntamiento por graffitis lo único que están provocando es que los jóvenes graffiteros consideren a la Delegada como su enemiga declarada y pinten todavía más".
Santín apuntó que una multa de 1.500 euros como la que impuso el Ayuntamiento por una pequeña pintada con rotulador en la fachada de un colegio de San Blas a un alumno, u otra de 3.000 euros por una pintada en un kiosco de prensa de la Plaza de las Salesas "son auténticas barbaridades que consiguen mover a la rebelión a estos jóvenes que deberían tener alguna alternativa para realizar su actividad de forma legal".
El edil socialista consideró que "la delegada de Medio Ambiente, Ana Botella, ha buscado el enfrentamiento frontal con los graffiteros para tratar de obtener rentabilidad de una política de mano dura que es ineficaz, evitando intentar otras soluciones al problema que ya se han puesto en marcha en otras ciudades con éxito".
Por eso, Santín reclamó que el Ayuntamiento ponga a disposición de los grafiteros madrileños lugares donde puedan realizar sus inscripciones y graffitis de forma legal, porque "reduciría considerablemente la superficie de pintadas incontroladas y el coste de limpieza de paredes en más de tres millones de euros anuales y serviría como medio de expresión artística para los grafitteros".
Por último, consideró "inadmisible" la posición deBotella, que reitera una y otra vez que los graffiteros sólo buscan transgredir y lo que les gusta es pintar en cualquier sitio. "Esta postura de la concejala es absolutamente reaccionaria, ya que criminaliza a los graffiteros sin concederles siquiera el beneficio de la duda sobre sus intenciones", concluyó.