El PSOE estima que el 25 por ciento de los adolescentes madrileños es dependiente de móviles, videojuegos o Internet

Actualizado: domingo, 16 julio 2006 15:05

MADRID, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -

El PSOE en el Ayuntamiento de Madrid pidió hoy al Gobierno local, presidido por Alberto Ruiz-Gallardón (PP), que el próximo curso ponga en marcha una campaña educativa en los colegios públicos para enseñar a los escolares de entre 10 y 17 años a usar de modo racional el móvil, los videojuegos e Internet.

El concejal Rafael Merino, portavoz socialista en asuntos de Educación y Juventud, estimó que "el 25 por ciento de nuestros adolescentes sufren intoxicación virtual", un fenómeno que "provoca ansiedad, aislamiento y retraso en los estudios", advirtió.

Para esta formación política, las autoridades educativas "no han afrontado seriamente la ludopatía infantil", por lo que propone abordar el problema en las escuelas públicas de la ciudad a través de seminarios y charlas.

Merino exigió que estas actividades sean extraescolares, gratuitas, impartidas por especialistas en psicología y pedagogía infantil, y dirigidas tanto a jóvenes como a los padres de éstos, con el fin de concienciarles de "los peligros que conlleva un uso desmedido de estos medios audiovisuales".

EVITAR EL USO COMPULSIVO

El edil del PSOE citó un estudio de la Oficina del Defensor del Menor elaborado este año por la ONG 'Protégeles' según el cual dos de cada diez niños de entre 10 y 17 años dedican cerca de dos horas diarias, entre semana, a los videojuegos.

El informe revela además que siete de cada diez alumnos en ese tramo de edad se confiesan habituales de los videojuegos, que constituyen junto a Internet y los móviles su principal fuente de entretenimiento. Mientras, el chat de internet (Messenger) sería utilizado mayoritariamente por adolescentes de 12 a 14 años varias horas cada día.

Tras acusar al Ejecutivo de Gallardón de "pasividad e incompetencia" ante estas dependencias, Merino matizó que "no se trata de quitar los videojuegos o el móvil a los niños, sino de evitar su utilización compulsiva", algo que, a su juicio, implica "un esfuerzo tanto de los padres como de las administraciones".