El relevo en la Comunidad de Madrid emula al del Ayuntamiento y queda en manos de los segundos de lista

Gallardón, Rajoy y Aguirre
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 17 septiembre 2012 20:27

MADRID, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital estarán gobernados por los 'números dos' de sus listas después de que Esperanza Aguirre haya anunciado este lunes su dimisión dejando la presidencia en manos de Ignacio González.

El relevo se produce casi 16 meses después de las pasadas elecciones autonómicas y municipales donde Aguirre fue reelegida por tercera vez como presidenta del Gobierno regional y Alberto Ruiz-Gallardón como regidor de la ciudad de Madrid.

El primero en dejar la política madrileña fue el exalcalde, que el 21 de diciembre del pasado año decía adiós al Palacio de Correos, sede del Ayuntamiento, para unirse al equipo de Mariano Rajoy como ministro de Justicia.

Su lugar fue ocupado por quien era la número dos en la lista con la que el PP concurrió a las municipales de mayo de 2011, Ana Botella, oficializando así todos los rumores que apuntaban a su llegada al frente del Ayuntamiento.

Hoy, nueve meses después de este primer episodio, la presidenta madrileña ha anunciado su dimisión y, si todo sale según lo previsto, su 'número dos' y vicepresidente del Gobierno regional, Ignacio González, le sustituirá en el cargo.

Muchas eran las voces que apuntaban a que ni Gallardón ni Aguirre terminaban la presente legislatura. En el caso del primero porque quería dar el salto a la política nacional y en el caso de la segunda porque, después de 30 años en primera línea, y tras sufrir un cáncer el año pasado, sus más cercanos hablaban de que empezaba a estar cansada.

Con la decisión de su dimisión, Aguirre también pone punto y final a los rumores de que acabaría su carrera política en Madrid como alcaldesa. Ella ha reconocido en múltiples ocasiones su trabajo como concejal en el Consistorio, donde estuvo trece años ejerciendo su labor en el Gobierno local, pero otros cuatro años más eran "demasiados", según sus más cercanos.