MADRID, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las residencias de animales de la región, que cada año por estas fechas esperaban el registro de múltiples solicitudes para prestar sus servicios a los dueños de gatos, perros, aves e incluso roedores, han acusado la crisis este año y han recibido menos peticiones que en otras ocasiones debido a que los madrileños con mascotas se han visto obligados a reducir sus días de vacaciones por falta de dinero.
Así lo explicó a Europa Press el director de Granja La Luna, Luis Sousa, quien manifestó que en su centro las estancias "se han reducido en un 35 por ciento porque los propietarios se van menos días de vacaciones y además se acogen menos animales".
De la misma opinión es Rafael Casado, director de la residencia Pradohondo, situada en Collado Mediano, que indica que "las estancias medias han pasado de un mes o mes y medio a periodos que van entre una semana y veinte días". Este centro acoge en estos días entre 80 y 90 perros de todos los tipos y tamaños y tiene capacidad para 120 mascotas.
Sin embargo, estas instalaciones celebran su temporada alta en el mes de agosto, cuando más familias viajan de vacaciones y dejan a sus mascotas al cuidado de los profesionales de centros como Granja La Luna, en la localidad de Belmonte de Tajo, que además de acoger perros y gatos durante el verano cuentan con un cobertizo para roedores y un salón de 40 metros cuadrados para las aves.
"En sus casas pasan mucho tiempo solos, aquí hay gente todo el rato y además llevan una rutina más natural al adecuarse a los horarios del sol", señaló el director, Luis Sousa. Además, "este tipo de animales no notan el cambio, para ellos son unas verdaderas vacaciones", añadió.
Por sus servicios cobran 5 euros por jaula, independientemente del número de animales que vayan en su interior y se encargan de mantener la misma alimentación que le dan sus dueños. "Si los roedores comen verduras, alfalfa y pienso, se les da; las aves, que son más especiales, pues cada una su dieta, si son pipas y manzana pues eso comen", señaló.
En cuanto a los abandonos, en la residencia el porcentaje está en un uno por ciento para perros y gatos y casi el cero por ciento para aves y roedores, algo que no sucede en Pradohondo, donde, según se responsable, "los propietarios se preocupan y los que traen a sus mascotas al centro no los abandonan", además como requisito todos deben entrar con el chip de identificación y el carnet de las vacunas para evitar enfermedades.
SERVICIOS
Los usuarios de este tipo de centros pueden elegir para sus mascotas diferentes tipos de servicios. Así, muchos de ellos optan por que durante el periodo de vacaciones "además de cuidar a su perro también se le eduque o se le incluya en un programa de adiestramiento", señaló Casado.
Para dar un servicio adecuado cuentan con veterinarios y personas que se ocupan de velar por el bienestar de los animales, mantener la limpieza de los habitáculos individuales, alimentar a los perros y sacarles a pasear dos veces al día en tandas "para que no haya peleas".
Si tradicionalmente eran los perros los mayores usuarios de las residencias, ahora también los gatos pueden disfrutar de estos privilegios. Anabel Vargas dirige el centro Los Lagos exclusivo para los felinos y en donde puede llegar a alojar a 60 ó 70 gatos en estos días. "Hay que aplicar una psicología diferente, al gato te lo tienes ganar porque llegan muy asustados y no quieren comer", afirmó la directora.
Los animales se alojan en gateras individuales de obra y también cuentan con un parque en el que "los más sociables juegan con otros gatos". El alojamiento, la comida, la arena y cuidado de los gatos cuesta nueve euros la noche y también incluye cuidados veterinarios si fueran necesarios. "Para periodos inferiores a una semana yo no recomiendo a los propietarios que traigan a los gatos, porque es mucho estrés para ellos".
