Rouco Varela resalta el "precioso testimonio de los misioneros" de cara a la Jornada específica del 3 de junio

Actualizado: viernes, 1 junio 2007 15:26

MADRID, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -

El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, destacó hoy el "precioso testimonio" de los misioneros madrileños, que "es aliento y estímulo" para que toda la comunidad diocesana se haga cada día "más y más misionera".

En una carta pastoral con motivo de la celebración de la Jornada "Madrid con sus misioneros", que se celebra el próximo domingo, 3 de junio, Rouco da gracias al Señor también por "el don inestimable para la archidiócesis de Madrid de la vida, la enfermedad y la muerte" del Obispo Auxiliar, Monseñor Eugenio Romero Pose, a quien se le confió el campo pastoral de la acción misionera, a cuyo servicio se entregó "con todo el amor de Dios que rebosaba su corazón".

Asimismo, destaca "el don inestimable para la archidiócesis de Madrid, y aún para toda la Iglesia -como lo ha hecho constar nuestro Santo Padre Benedicto XVI-, de la vida, la enfermedad y la muerte del que ha sido nuestro querido Obispo Auxiliar, Monseñor Eugenio Romero Pose".

"El testimonio de su entrega fiel y total, que me atrevería a calificar de martirial tras la dureza de su prolongada dolencia, vivida en todo momento, hasta el final, como una bendición de lo Alto, es sin duda un precioso tesoro que nos ha dejado como herencia, especialmente a la hora de vivir esa dimensión esencial de la Iglesia que es la tarea misionera", continúa el Cardenal.

"Uno de los campos pastorales confiados a Don Eugenio era, precisamente, este de la acción misionera, que integra el Consejo Diocesano de Misiones, y he de decir que se entregó a servirlo con todo el amor de Dios que rebosaba su corazón", añade.

"Con este mismo espíritu misionero hemos vivido, este último año, de modo muy especial la 'Misión Joven'", prosigue y subraya la "hermosa iniciativa, ardua, sin duda, y valiente" que ha hecho posible "que los corazones de millares de jóvenes, de adolescentes e incluso de niños, se hayan abierto a la gran misión la Iglesia: llevar la salvación de Jesucristo". Por eso, añade, "la Iglesia de Madrid vive con gozo este don de Dios que es la 'Misión Joven', cuya realidad no puede detenerse".

El Arzobispo de Madrid recuerda en su carta que los misioneros y misioneras han respondido de la manera más radical, y su precioso testimonio es aliento y estímulo para que toda la comunidad diocesana de Madrid se haga cada día más y más misionera, saliendo de sí misma con la fuerza renovada del amor, que abraza a todos los hombres.

Aludiendo a la festividad del domingo, día de la Santísima Trinidad, el Cardenal de Madrid indica que, precisamente, es de este "envío amoroso del Hijo y de la entrega del Espíritu de amor" de donde surge la "saluda al mundo entero de la Iglesia, siendo así, toda ella, misionera".

Los misioneros "merecen, por parte de cuantos componemos el cuerpo eclesial, el más cálido homenaje, tanto más cuanto menos lo buscan ellos", añadió. Por eso, subraya que el mayor homenaje de esta Jornada Misionera ha de ser, ante todo, el de oración por ellos y por el fruto de sus trabajos, y en comunión de amor también el de la ayuda económica para las tareas de la evangelización y las obras sociales que nacen de ella.

Concluye su carta poniendo la Jornada "Madrid con sus misioneros" bajo la intercesión de la Virgen de la Almudena, bajo su advocación, "se multipliquen sus frutos, en especial el de numerosas nuevas vocaciones misioneras para "salir al mundo entero" surgidas entre nuestros jóvenes y nuestros niños. Será el signo más inequívoco de la vitalidad de nuestra Iglesia diocesana".