Santos Campano pide al Tribunal de la Competencia que actúe contra los comercios ilegales asiáticos, que cifra en 10.000

Actualizado: domingo, 1 julio 2007 12:35

Afirma que la Comunidad está saturada de grandes superficies

MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, Salvador Santos Campano, consideró hoy que el Tribunal de la Competencia debe actuar en contra de los 10.000 denominados "comercios de ultramar" existentes en Madrid capital, que incluyen los 'todo a cien', bazares, alimentación, etc... regentados fundamentalmente por ciudadanos asiáticos y que incumplen la legislación "en un 95% de los casos".

"No se cumplen las normas laborales que se exigen a todos los empresarios de la región, ni la homologación de los productos de la CEE. Mientras a los madrileños se les exige una serie de condicionamientos por Ley, y por supuesto, unas disposiciones laborales, estos comercios las incumplen totalmente", afirmó en una entrevista concedida a Europa Press.

"Es una competencia desleal e ilícita", apuntó el recién elegido presidente de la Cámara en sustitución de Gerardo Díaz Ferrán, que abogó también por que las autoridades exijan "las mismas condiciones para todos". "El Ayuntamiento de Madrid ya ha iniciado, en parte, esta gestión y ya ha comprobado que el 95% incumple las normas, pero hay que ver los acuerdos con esos países y hacer cumplir la ley, pero no hay inspectores para ello", subrayó.

"El Tribunal de la Competencia tiene que empezar a actuar porque esto es una competencia desleal en Madrid capital, puesto que es donde más está proliferando este tipo de comercio, aunque sin olvidar que en Barcelona han abierto 3.500 establecimientos de ultramar el año pasado", apuntó.

"Calculamos que en Madrid hay unos 10.000 establecimientos de este tipo, regentados por ciudadanos de China, Taiwan, Hong Kong, Corea y diferentes sitios, pero no existe ni siquiera un censo", añadió Santos Campano, al tiempo que apuntó no sólo el comercio es el que sufre, puesto que este fenómeno también afecta mucho a algunas industrias como la textil.

"Hace dos años, el Ayuntamiento de Madrid comenzó a ser contundente contra los almacenes textiles en Lavapiés, y de hecho, se marcharon al Polígono Cobo Calleja los que estaban dentro de la Ley, pero los propios comerciantes de la zona --restaurantes, bares,...-- les pidieron que no se fueran, porque el barrio se llenó de okupas, gente de malvivir, etc...y la zona se quedaba muerta. Así que se les pidió que fabricaran en el Polígono, pero que tengan la exposición y venta en Lavapiés. Por eso el Ayuntamiento tuvo que parar el desalojo de aquellos sitios", explicó.

Precisamente por todo ello, el presidente de la Cámara reclamó además al Gobierno central la actualización de la Ley del Comercio, puesto que "no recoge el 'Todo a cien', ni el 'comercio de ultramar' que no existía cuando se aprobó en 1996". "Hay que adaptar la Ley de Comercio a los nuevos tiempos", añadió.

A pesar de las deficiencias, Santos Campano considera que la Ley española es "mucho más abierta" que la de otros países europeos, como Alemania, Italia y Francia, donde existe, por ejemplo, una prohibición desde hace ocho años de la instalación de grandes superficies, que ha llevado a empresas como Carrefour o Alcampo a expandirse en el extranjero.

De todos modos, consideró que no puede compararse este tipo de empresas con la gran distribución española, encabezada por El Corte Inglés, que es una "empresa de un prestigio grande, que busca una calidad determinada, sin precios por debajo de coste, que da empleo fijo y de calidad y que ha creado una escuela".

A su juicio, la diversidad de marcos regulatorios en Europa no genera mayores problemas, ni perjudica a España. "Aquí es impensable que podamos cerrar a las 18 horas un comercio, ni que te vayas a casa a esa hora. Cada país se adapta a sus formas de vida", dijo.

"En España viene el que quiere y se instala. Yo no creo que sea malo que vengan otras fórmulas de comercio. Creo que es bueno, y prueba de ello, es que aquí tenemos todas las franquicias que hay en el mundo. Todas ellas han venido a modernizar el comercio tradicional, hacerlo más rentable. Es el I+D también aplicado al comercio", explicó Santos Campano.

"Las restricciones no son buenas para nada, pero sí los Reglamentos que establecen, por ejemplo, que demasiada oferta de algo hace que no den más permisos de esto", agregó.

HORARIOS COMERCIALES

Respecto a la medida sobre los horarios comerciales anunciada por parte de Esperanza Aguirre, Santos Campano confió en que la presidenta cumpla su anuncio de intentar lograr un consenso. "Ella ha dicho que iba a haber consensos para ampliar los horarios comerciales. En ese contexto estaremos y hasta ahora siempre hemos llegado a un acuerdo, pero no ha hablado de domingos ni de nada", manifestó.

"Ella me ha dicho que lo haremos por consenso, como lo hemos hecho siempre, puesto que ella, precisamente, es la que terminó con la incertidumbre que teníamos, porque no sabíamos los domingos que nos iban a ampliar y eso nos ocupaba todo el año, en vez de centrarnos en ser competitivos, en dar mejores servicios, ganar más dinero y crear más puestos de trabajo, modernizarnos y dar la imagen, como está siendo, de ser uno de los mejor comercios europeos", explicó.

Santos Campano, que encabezó en 2001 un cierre patronal al frente de la patronal del pequeño comercio, CECOMA, "por el aumento indiscriminado y por la imposición sin ninguna negociación de 4 domingos más, pasando de 17 a 21 domingos al año", se muestra ahora tranquilo ante la negociación que se avecina.

"Desde entonces, las cosas han cambiado porque ahora tenemos la tranquilidad de saber el número de domingos desde el comienzo de la legislatura, y no como antes, que no sabíamos, año a año, los domingos que nos iban a imponer", explicó. "Tenemos confianza en la presidenta porque hasta ahora ha cumplido todos los compromisos y por lo tanto no estamos ni preocupados", afirmó el presidente de la Cámara.

LAS TABLAS

Entre sus solicitudes a las autoridades locales, Santos Campano pidió además que se prevean comercios en los nuevos desarrollos urbanísticos que se están construyendo, y que no ocurra como en Las Tablas, por ejemplo, donde no se han previsto locales comerciales. "Eso sí es un distrito dormitorio, donde la gente tiene que coger el coche para comprar el pan o una botella de leche", subrayó.

"Es una de las cosas que hemos pedido a los municipios, en este caso en el de Madrid, porque eso es un fallo y gordo", dijo.