Senderowicz lamenta no consolar a la familia de la paciente fallecida en 2002 y dice que las muertes en medicina "pasan"

Actualizado: viernes, 2 junio 2006 19:39

La coacusada María Victoria Bonne asegura entre lágrimas que es "totalmente inocente" y que sólo intentó salvar la vida a Débora

MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -

El doctor Gerardo Raúl Senderowicz, acusado de un delito de homicidio imprudente en la muerte de la paciente Débora Catalán, ocurrida en enero de 2002 en el curso de una liposucción, lamentó hoy no haber podido consolar a la familia de la víctima por la pérdida que han tenido y apuntó que la muerte de la mujer "son cosas que pasan en el mundo de la medicina".

Senderowicz se sienta en el banquillo del Juzgado de lo Penal número 21 de Madrid desde el lunes junto a su ayudante María Victoria Bonne. Ambos se enfrentan a una petición de cuatro años de prisión y seis de inhabilitación como presuntos autores de un delito de homicidio por imprudencia grave y profesional.

En el uso de su última palabra, el médico de argentino lamentó "mucho" los hechos ocurridos y explicó que los doctores están "para ayudar, no para dañar". Advirtió que cuando presenció las primeras convulsiones de Débora puso "lo mejor" de él para intentar salvarla, pero, según dijo ,"estas cosas suceden en la medicina".

"Los médicos estamos para curar, pero no debemos dejar de consolar. Lamento no haber cumplido este precepto por la presión mediática. Desearía haber consolado a la familia por la pérdida que han tenido, pero no he podido", expuso Senderowicz.

CONDENA PARA TODA LA VIDA

El acusado también advirtió que la muerte de esta paciente será para él "una condena para toda la vida" y destacó que desde que sucedieran los hechos no se ha encontrado en condiciones de volver a ejercer la medicina. "Creo en la Justicia y en una sentencia justa porque está en juego mi honor y el de familia", concluyó el médico.

Por su parte, la abundante de Senderowicz, María Victoria Bonne, tan sólo acertó a decir entre lágrimas que ella era "totalmente inocente" y que intentó salvar la vida a Débora Catalán.

IMPRUDENCIA GRAVÍSIMA

Antes de que el juez diera la palabra a los procesados, las partes leyeron sus informes de conclusiones finales. Tanto la fiscal como las acusaciones particular y popular mantuvieron en la sala que a la víctima se le practicó una liposucción y no una mesoterapia en la clínica Icema aplicándole una anestesia que resultó ser "letal".

"Con Débora Catalán se produjo una imprudencia gravísima y temeraria con un desenlace fatal. No se trata de sancionar a un profesional diligente, sino a dos personas que se han saltado la 'lex artis' en perjuicio de una paciente y del colectivo médico", sentenció la representante del Ministerio Público.

Durante su turno de intervención, la letrada que defiende a Senderowicz señaló ante el juez que su cliente "no es un monstruo", sino "un médico que intentó salvar la vida de una paciente" y destacó que la largo del juicio no ha quedado esclarecida la causa de la muerte de la víctima por lo que, a su entender, el nexo causal entre el fallecimiento y su patrocinado "no existe".

Finalmente, la abogada de Bonne recalcó que la imputada tan sólo citó a Débora Catalán en la clínica Icema para que el doctor Senderowicz le asesorara sobre una liposucción y advirtió que el hecho de vincular esta cita con una negligencia médica "es sacar las cosas de contexto, además de una falta de rigor". El juicio ha quedado visto para sentencia.