La subida del IVA frenará la recuperación económica y no aliviará el déficit, según un estudio de la Cámara

Actualizado: lunes, 3 mayo 2010 17:15

MADRID, 3 May. (EUROPA PRESS) -

La subida del IVA frenará la recuperación de la economía y no aliviará el déficit público, según un estudio realizado por la Cámara de Comercio Madrid sobre las consecuencias que puede tener para la economía española el anuncio realizado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

"En el conjunto del año es más que probable que el consumo y la inversión se resientan de la subida de tipos del IVA y que esta medida produzca un efecto contractivo en la actividad que repercuta no sólo sobre la propia recaudación por IVA, sino también sobre el resto de los ingresos fiscales, que no alcanzarán los niveles recaudatorios que habrían registrado de no haberse aplicado la medida", concluye el análisis.

Esta decisión supone subir, a partir del próximo 1 de julio, el tipo medio del IVA en dos puntos, hasta el 18 por ciento, y en un punto el tipo reducido, hasta el 8. Se mantendrá en el 4 por ciento el tipo superreducido, que se aplica a los bienes de primera necesidad, fundamentalmente alimentos como el pan, la leche, el queso o los huevos.

El análisis de la Cámara de Madrid pone de relieve que España no es el único país que ha optado por subir el IVA para sanear las finanzas públicas, decisión que también han tomado este año siete miembros de la Unión Europea, cinco de ellos de la última ampliación, como República Checa, Estonia, Letonia, Lituania, Hungría, Grecia y Reino Unido. En cambio, Irlanda y Portugal han decidido rebajarlo.

El análisis de la Cámara expone que en el Reino Unido ya se está comprobando en el consumo los efectos inmediatos de la subida de dos puntos y medio en el tipo medio del IVA, hasta el 17,5 por ciento, en vigor desde el pasado 1 de enero. La medida del Gobierno de Gordon Brown ha provocado un retroceso del 1,7 por ciento en las ventas minoristas en el primer trimestre de 2010 respecto al cuarto trimestre del año anterior.

La experiencia británica actual lleva a la Cámara de Comercio de Madrid a la consideración de que la subida anunciada del IVA en España "puede suponer un freno a la incipiente recuperación económica, al repercutir negativamente sobre las decisiones de consumo e inversión", mientras que la experiencia acumulada de las decisiones de subir este impuesto en España en 1992 y 1995 conducen a concluir que "no es seguro que se consiga aumentar los ingresos del Estado".

La recaudación por este impuesto el año pasado, incluyendo la participación de las comunidades autónomas y corporaciones locales, ascendió a 33.573,3 millones de euros, casi la cuarta parte del total de los ingresos que generó la Hacienda del Estado.

"Pero además de su potencial recaudatorio, el IVA es también un impuesto muy sensible a la evolución económica", recuerda el informe de la Cámara de Madrid. De ahí que el año pasado, cuando la actividad económica cayó un 3,6 por ciento, la recaudación por IVA fuera un 30,1 menor a la de 2008, que a su vez había caído un 14 por ciento", destacó el informe.

El análisis de la Cámara de Madrid recuerda que en los 90 se decidió subir el IVA en varias ocasiones y que "en ninguno de los casos se consiguieron los objetivos de recaudación esperados para así poner a raya al déficit público". De hecho, en 1992, también en recesión y con una tasa de inflación elevada, se decidieron dos subidas consecutivas, en enero y en agosto, que elevaron el tipo medio del IVA en tres puntos, hasta e l15 por ciento.

La Cámara de Comercio de Madrid considera que la subida prevista ha sido anunciada con tanta antelación "probablemente con la intención de aumentar las decisiones de consumo en los meses anteriores, sobre todo, en los bienes de consumo duradero y en viviendas, lo que supondrá una ligera reactivación del PIB del segundo trimestre". Ahora bien, para el tercer trimestre, el PIB "será probablemente algo inferior debido precisamente a ese efecto anticipatorio".

La subida prevista por este impuesto supondrá entre 250 y 390 euros más al año para el consumo medio de las familias, al margen del efecto previsiblemente negativo que tendrá para los ingresos de sectores fundamentales de la economía española, como el turismo.