La nave mantenía una intensa actividad de cara a las fiestas navideñas y no contaba con ningún tipo de control
MADRID, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional han detenido a los tres miembros de una misma familia que regentaban un matadero clandestino de corderos en la localidad madrileña de Villarejo de Salvanés, que no contaba con ningún tipo de control sanitario ni veterinario y que mantenía una intensa actividad de cara a las próximas fiestas navideñas.
Según informó la Policía en un comunicado, el matadero ha sido precintado por la Inspección de Ganadería de la Comunidad de Madrid, que ha inmovilizado un centenar de canales de corderos sacrificados.
Los investigadores tuvieron conocimiento de que en el citado pueblo de Madrid existía un matadero que posiblemente no reunía ninguno de los requisitos administrativos y sanitarios exigidos. Las gestiones policiales confirmaron que en el interior de la nave había corderos vivos que eran sacrificados para posteriormente ser trasladados en camiones frigoríficos a las distintas carnicerías que los implicados tenían tanto en Villarejo de Salvanés y en Fuentidueña del Tajo (Madrid). La carne era también distribuida en otros pueblos de la Comunidad madrileña.
Agentes de la Policía Nacional, acompañados de inspectores de la Conserjería de Sanidad y de la de Ganadería de la Comunidad de Madrid, realizaron una inspección tanto en la carnicería como en la nave ubicada en el polígono industrial de Villarejo.
GRAVE RIESGO PARA LA SALUD
Los investigadores pudieron ratificar las numerosas infracciones administrativas cometidas: los detenidos no realizaban el obligado control de entrada y salida de ganado en los libros registro y no existía control veterinario del ganado que debería figurar plasmado en los correspondientes libros. Además, el sacrificio ilegal de corderos en el interior de la nave se efectuaba incumpliendo la obligación de llevarlos a sacrificar a un matadero homologado y la nave no reunía las condiciones necesarias y mínimas de salubridad para poder distribuir la carne para el consumo humano.
Ante estas circunstancias, los inspectores de Salud de la Conserjería de Sanidad procedieron a inmovilizar y precintar un centenar de canales de corderos sacrificados, y la inspectora de Ganadería inmovilizó la explotación ganadera.
En el interior de la estancia donde realizaban el sacrificio ilegal de los corderos, se encontró un sello sanitario así como tinta sanitaria que utilizaban para estamparla en las canales de los corderos al objeto de dar la apariencia de legalidad del sacrificio de los mismos en mataderos homologados. Este tipo de sellos sanitarios se encuentran exclusivamente en las sedes de los mataderos homologados y custodiados por los veterinarios de los mismos, circunstancias ambas que no se daban en este centro clandestino.
A los detenidos, de nacionalidad española, se les imputa un delito de falsedad en documento oficial y otro contra la salud pública. Los tres miembros de esta familia manipulaban y distribuían la carne sin estar cualificados ni autorizados para ello, sin control sanitario, registro, ni medida higiénica alguna, con el consiguiente y gravísimo riesgo para la salud pública.
La operación ha sido desarrollada por el Grupo de Consumo y Medio Ambiente de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Comisaría General de Policía Judicial.
