Tres de cada 10 menores infractores lograron una salida laboral tras pasar por un centro de reinserción

Salvador Victoria asistió a una clase magistral del chef Juan Pozuelo en uno de los cursos prelaborales que la ARRMI ofrece a los internos

Salvador Victoria y el chef Juan Pozuelo
COMUNIDAD DE MADRID
Europa Press Madrid
Actualizado: martes, 5 marzo 2013 17:53

MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -

Tres de cada 10 menores infractores que participaron en alguno de los programas de formación prelaboral que ofrece la Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor (ARRMI) a los internos de los centros de menores lograron una salida laboral el año pasado.

Concretamente, en 2012 se impartieron 1.735 acciones formativas (orientación, entrevistas, cursos..), a los que asistieron 605 menores y se materializaron 195 contratos de trabajo. Del total de contratos formalizados, 79 fueron en el sector de logística; 54, en hostelería; 20 en oficios; 19 en servicios; 16 en comercios y siete en administración.

Y en cuanto al perfil de los chicos que participaron en los curso prelaborales en 2012, el 88 por ciento eran varones; el 57 por ciento tenía una edad igual o superior a los 18 años y el 65 por ciento tienen nacionalidad española.

El consejero de Presidencia, Justicia y portavoz del Gobierno regional, Salvador Victoria, dio a conocer este martes estos datos durante una clase de cocina ofrecida por el chef Juan Pozuelo en el marco del Curso de Formación Prelaboral para Camarero de Sala, puesto en marcha en colaboración con la cadena de restaurantes Pizza Jardín y la Asociación GINSO.

El cocinero ha enseñado a los alumnos a hacer buenas hamburguesa. "Es el producto más consumido del mundo y uno de los más denostados por la falta de calidad en ocasiones", ha dicho.

El consejero ha agradecido la colaboración de Juan Pozuelo y ha elogiado la labor que hacen estos jóvenes, "que con entusiasmo piden una nueva oportunidad". "Muchos de ellos han tenido una vida difícil, con una familia desestructurada, que han tenido que abandonar los estudios en una manera temprana y que han cometido una infracción. Pero eso no impide que por la edad que ellos tienen pidan una oportunidad de insertarse en la sociedad a través del trabajo", ha añadido.

Victoria ha explicado que éste es un taller a través del cual se pretende ofrecer a los chicos una formación técnica inicial sobre restauración, aportándoles conocimientos necesarios para que se desenvuelvan en el mundo de la hostelería y puliendo al mismo tiempo sus habilidades personales, como por ejemplo el cuidado de su aspecto personal, de su forma de expresarse, el desarrollo de la atención, de la capacidad de esfuerzo, el trato agradable con el cliente* "En definitiva, ofrecerles una oportunidad de aprendizaje y una alternativa de inserción laboral real", ha puntualizado Victoria.

UN TOTAL DE 125 HORAS DE FORMACIÓN

Un total de 34 menores que cumplían alguna medida judicial han participado en las tres ediciones que desde 2012 se han celebrado de este seminario formativo; la presente cuenta con 10 alumnos (9 chicos y 1 chica) con edades comprendidas entre los 16 y los 20 años. El curso, que se imparte entre el 11 de febrero y el 6 de abril en uno de los restaurantes de la cadena Pizza Jardín, consta de 125 horas de duración, de las cuales 100 son teóricas y 25, prácticas.

Entre los contenidos que los chicos aprenden se encuentran el protocolo de camarero (cómo recibir al cliente, dirigirse a él y atenderle) o todos los conocimientos necesarios sobre el servicio de restauración, como por ejemplo aprender a limpiar los alimentos, distinguir los tipos de platos, mantelerías y cubertería, decorar mesas y bufets, el mantenimiento de los locales, el servicio de banquetes, el 'room service' o la atención en bar.

El objetivo general de los programas de inserción laboral que diseña la ARRMI para jóvenes menores a partir de los 16 años que cumplen alguna medida judicial es lograr la autonomía personal de los alumnos con el objetivo de orientarles hacia la consecución de un modo de vida digno alejado de los riesgos que puede propiciar una reincidencia delictiva.

En este sentido, el consejero se mostró convencido de que "el trabajo es el mejor instrumento de reinserción social" y de que "a través de él se les abrirá a estos chicos las puertas a una sociedad en la que formarán parte como ciudadanos responsables, ejerciendo con absoluta libertad sus derechos y obligaciones".

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