MADRID, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
La familia de Roberto García Grimaldos, asesinado el 26 de diciembre de 2005 en la popular discoteca Joy Eslava, ha recurrido ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) la negativa de la Sección Segunda de la Audiencia madrileña de aceptar que los responsables de la sala se sienten en el banquillo de los acusados como responsables civiles al no impedir la seguridad del local que se produjera el crimen.
La resolución del recurso ha obligado a suspender el juicio que estaba previsto para el próximo miércoles contra Rachid Taichi, el presunto autor del apuñalamiento que provocó la muerte de García Grimaldos. Taichi se enfrenta a una petición fiscal de 13 años de prisión por un delito de homicidio, mientras que el abogado Álvaro Castellano, que ejerce la acusación particular en nombre de la familia de la víctima, solicita 20 años de cárcel por asesinato.
Por esto motivo, la Audiencia de Madrid ha acordado prorrogar por dos años la prisión preventiva para el acusado, detenido el 29 de diciembre de 2006, puesto que al no ser juzgado el día 12 vencerá el plazo máximo de dos años previsto en la ley para que pueda seguir en esta situación penitenciaria hasta que sea enjuiciado.
En declaraciones a Europa Press, Castellano consideró que "no sólo hay que juzgar al presunto autor del asesinato, sino que la acusación se debe extender a los responsables de Joy Eslava". "Parece bastante claro que la seguridad del local tendría que haber actuado para arrebatar el cuchillo al acusado", argumentó el letrado.
Según el fiscal, el 26 de diciembre el procesado, de nacionalidad marroquí, acudió a la discoteca Joy Eslava con unos amigos. Alrededor de las 3:30 horas, los jóvenes iniciaron una discusión, que incluyó empujones, con el grupo de amigos de Roberto que celebraba su cumpleaños.
Pasados unos minutos, los servicios de seguridad de la discoteca intervinieron y llevaron a Rachid al cuarto de baño para tratar de tranquilizarle. Al salir de los aseos, el procesado vio a Roberto en la escalera y le lanzó "una mirada desafiante", que fue correspondida por el joven.
En ese momento, comenzó un forcejeo entre ambos y Rachid asestó una puñalada a Roberto en el abdomen con una navaja que portaba. La agresión le seccionó la arteria iliaca interna, que le provocó la muerte a causa de una hemorragia masiva.
Por estos hechos, el Ministerio Público considera a Rachid autor de un delito de homicidio, por lo que solicita una pena de 13 años de prisión. Además, reclama que indemnice con 120.000 euros a la familia de la víctima.
Por su parte, la acusación particular pide que indemnice con 300.000 euros a los padres y a los tres hermanos de García Grimaldos. A esta cantidad habría que sumar otros 24.000 euros para el hermano que presenció el crimen en concepto de daños morales.
IMPUTADO EN EL 11-M
Rachid fue detenido el 29 de diciembre de 2006 en las inmediaciones del Parque Atenas, de Madrid, en el vehículo que conducía su novia. El joven tenía entonces 18 antecedentes policiales por robos violentos, delitos contra las personas y contra la salud pública, y había sido expulsado de España hace siete meses.
En su declaración judicial, el encausado aseguró al titular del Juzgado de Instrucción número 18 de Madrid que Roberto quiso agredirle con un cuchillo y él intentó defenderse del ataque sujetando el arma por el filo.
Se da la circunstancia de que a Rachid se le vinculó con Jamal Ahmidan "El Chino", uno de los terroristas del 11-M que se suicidó en Leganés, y con la trama de explosivos que se utilizaron para los atentados de los trenes de cercanías de la capital.
Por ello, el juez de la Audiencia Nacional, Juan del Olmo, que instruyó el sumario de los atentados, le tomó declaración por su presunta participación en la masacre, pero no acordó ninguna medida cautelar contra él. El magistrado consideró entonces que no existían indicios suficientes contra esta persona.