MADRID, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
El vandalismo grafitero en la red de Cercanías de Madrid generó un gasto a Renfe de 6,8 millones de euros en 2023, cerca de 70.000 euros al día, tanto en labores de limpieza como gastos indirectos y de inversión en seguridad personal y sistemas tecnológicos, lo que supone unos 18.630 euros diarios.
Según el balance facilitado por el operador ferroviario, los vándalos pintaron cerca de 37.325 metros cuadrados de superficie en trenes en la Comunidad, donde se denunciaron 747 intrusiones de grafiteros en sus instalaciones, y causaron 7.271 horas con trenes detenidos de forma no prevista.
Asimismo, durante el pasado año fue necesario emplear un total de 7.271 horas de trabajo de limpieza para eliminar estos grafitis en la región. El coste de más de 6,8 millones de euros incluye, además de la propia limpieza, los gastos indirectos que se derivan de esta lacra, como la inversión en seguridad, tanto de personal como de otros sistemas tecnológicos.
La presencia de personal de seguridad de Renfe evita que las pintadas sean de mayor dimensión, además de abortar en el conjunto de la red nacional 1.194 incursiones grafiteras el año pasado. Como consecuencia de las actuaciones e investigaciones realizadas por el personal de seguridad de Renfe y por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad se consiguió identificar y poner a disposición judicial a los autores de 124 grafitis.
Desde Renfe han recalcado que este tipo de actos vandálicos repercuten directamente en las personas usuarias, que sufren los retrasos y trenes suprimidos por carencia de visibilidad o grafitis en los elementos de seguridad de los trenes que impiden la circulación; frenazos de emergencia para pintar en medio de un trayecto o el olor de este producto químico que resulta muy molesto a los viajeros, entre otros efectos.
En el conjunto del país, Renfe ha destinado más de 25 millones de euros al vandalismo grafitero en 2023, cerca de 70.000 euros al día, con una superficie afectada de 80.000 metros cuadrados de superficie en trenes y otras instalaciones.
Los trenes fueron detenidos 15.000 horas de forma no prevista por limpieza de grafitis, debido a las 3.977 intrusiones de grafiteros denunciadas en las instalaciones de Renfe, lo que representa una media de más de 11 actos vandálicos de este tipo al día.
