Vecinos de Carabanchel Alto dicen que PP fletó 5 autocares de simpatizantes para "arroparse" en la inauguración de Metro

Actualizado: lunes, 18 diciembre 2006 18:56

MADRID, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto denunció hoy que el Partido Popular "importó" a más de trescientos simpatizantes y militantes, en al menos cinco autocares desde diversas zonas de Madrid, "para garantizarse vítores y aplausos" en la inauguración de la ampliación de la línea 11 del metro a Carabanchel Alto.

"De esta manera se pretendía acallar a los vecinos de Carabanchel Alto que querían celebrar la llegada del Metro, pero también recordar a la presidenta y al alcalde que esto no justifica los incumplimientos programáticos regionales, como con el centro de salud y las escuelas infantiles públicas, entre otros, y los agravios municipales, como la imposición de parquímetros y el cierre de biblioteca municipal", señalaron los vecinos.

Según la asociación, los simpatizantes de la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, acudieron a Carabanchel Alto con invitaciones que les permitían el acceso a los vestíbulos de las tres nuevas estaciones de la línea 11 del metro durante la inauguración. "Han convertido el acto en un baño en una multitud ideológicamente afín para la presidenta y el alcalde. Los vecinos del barrio, que no disponían de invitaciones, tenían vetado el acceso a los actos", se quejaron.

Asimismo, explicaron que "mientras Aguirre y Gallardón se trasladaban en Metro de una estación a otra, los autocares recogían a los simpatizantes y los llevaban por superficie de un vestíbulo a otro, repitiéndose la escena en la que un fuerte dispositivo policial y de seguridad privada controlaba el acceso a los vestíbulos durante los actos, de manera que los vecinos del barrio que se acercaban a las estaciones no pudieron participar en ellos".

La asociación vecinal renunció a participar en la inauguración del metro "por la exclusión de la voz de los vecinos que se pretendía hacer desde la Comunidad de Madrid". "Lo que no nos imaginábamos es que se iba a llegar al extremo de importar simpatizantes que ocuparan el lugar de los vecinos para garantizar un público amable y que se iba a hacer pasar, ante los medios de comunicación, como vecinos de Carabanchel Alto para evitar declaraciones desfavorables", concluyeron.