Viñals dice que no se ha retractado de sus afirmaciones en comisión y que había un desfibrilador en la UVI móvil

Recomendó un equipo médico de ocho persona pero que finalmente fueron siete "por fallar a última hora uno de los auxiliares"

Nueva inspección ocular del Madrid Arena
EUROPA PRESS
Europa Press Madrid
Actualizado: jueves, 11 abril 2013 23:00

MADRID, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -

El doctor Simón Viñals, encargado del servicio médico privado que cubrió la trágica fiesta del Madrid Arena, asegura que "no se ha retractado" ni hay contradicción en lo manifestado el lunes durante su comparecencia ante el juez Eduardo López con lo dicho en la Comisión de Investigación municipal y que ambas son "declaraciones coincidentes y complementarias".

Además, remarca que tanto él como su equipo médico en esa noche estaban capacitados para realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar avanzada, que había un desfibrilador ubicado en una UVI Móvil que se trasladó rápido a la enfermería y que el cobro efectivo de sus servicios no implica "en modo alguno" el cobro en 'negro' de sus honorarios, como "maliciosamente o por ignorancia" se ha publicado.

En un comunicado remitido a Europa Press, Viñals afirma que ha tenido que realizar este pronunciamiento en "defensa de su honor y su profesionalidad" en su actuación profesional (y la de su equipo) en la trágica fiesta a raíz de las informaciones aparecidas en los medios de comunicación tras su comparecencia el lunes ante el juez instructor de la causa.

En dicho texto, apunta que constituye "una temeridad rayana con la injuria y la calumnia" que algunas acusaciones particulares en el proceso "hablen de omisión de socorro" o afirmen "que estaba fumando en la calle o tomando copas en la zona VIP", pues no constan en la causa declaraciones de "testigos en tal sentido y sí reiteradas declaraciones de imputados que niegan tal circunstancia". Por tanto, remarca que se reserva el ejercicio de "las oportunas acciones legales" por esas insinuaciones contra su persona.

"Quiero poner de manifiesto mi absoluta repulsa e indignación ante las afirmaciones realizadas a la prensa por algunos de los letrados de las acusaciones particulares y populares, que están intoxicando a la opinión pública manipulando, tergiversando y faltando gravemente a la verdad respecto del contenido de mi declaración en sede judicial y, previamente, ante la Comisión de Investigación del Ayuntamiento de Madrid", expone Simon Viñals.

El encargado del dispositivo médico del evento asegura que tanto el día de los hechos como en la actualidad se encuentra "plenamente habilitado" para el ejercicio de la profesión médica y que físicamente está capacitado desempeño de su profesión durante ocho horas ininterrumpidamente y para la realización de maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), según consta en el certificado médico.

Respecto de la composición del equipo, Viñals siempre ha manifestado que el que propuso a la empresa organizadora del evento fue de ocho profesionales (dos médicos, dos auxiliares sanitarios y cuatro técnicos en emergencias sanitarias de las dos ambulancias de mi Equipo) especificando en sede judicial que finalmente acudieron siete profesionales sanitarios "por fallar a última hora uno de los auxiliares", lo que no supone contradicción alguna, como tampoco lo es la calificación terminológica de los auxiliares sanitarios como "enfermeros" o ATS.

UN EQUIPO MÉDICO ERA SUFICIENTE PARA EL AFORO QUE SE PREVEÍA

Aparte, sostiene que un equipo compuesto por siete profesionales sanitarios "es suficiente" como servicio médico preventivo de un evento de 7.000 asistentes (que fue lo que se le comunicó por la empresa organizadora). "Obviamente, debería ser mayor para un mayor número de asistentes y es insuficiente si, por ejemplo, se desploma una tribuna, dado que se trata de un servicio médico preventivo", apostilla luego.

Viñals asegura que todos los miembros del equipo, "sin excepción", tienen cualificación para la realización de maniobras de reanimación cardiopulmonar, a la vez que incide que el instrumental médico (material y medicación) estaba integrado por el contenido en los maletines que llevaron a la enfermería, más el propio de las ambulancias: una UVI Móvil de Soporte Vital Avanzado y otra no asistencial, cuya contratación por la empresa organizadora fue aconsejada y gestionada por el propio facultativo.

Así, asevera que dicho instrumental médico, además de lo que se requiere para atender las incidencias sanitarias propias de una fiesta multitudinaria, "comprendía todos instrumentos y medicación necesarios para la realización de maniobras de resucitación cardiopulmonar avanzada", y por supuesto, "un desfibrilador, ubicado por razones operativas en la UVI Móvil aparcada junto al botiquín o enfermería, a la que se trasladó en menos de un minuto, siendo falsa la gratuita afirmación de una de las acusaciones relativa a que este traslado se demoró 13 minutos".

También agrega Viñals que las ambulancias se contrataron con la empresa Asistencia Sanitaria Privada Sociedad Limitada, "empresa que nada tiene que ver" con ninguno de sus hijos.

Por otro lado, el doctor asegura que de las cinco víctimas mortales, sólo tres pasaron por la enfermería, en la cual "entraron en parada cardiorespiratoria irreversible y clínicamente muertas", como se desprende de las autopsias practicadas y de la media hora que transcurrió entre las avalanchas humanas y la llegada de las pacientes a la enfermería, "siendo este periodo de tiempo irreversible para la resucitación".

ACTUACIÓN SANITARIA CORRECTA

Pese a ello, Viñals remarca que su equipo y él mismo iniciaron los protocolos de reanimación del Samur, que él mismo creó, con maniobras de resucitación cardiopulmonar avanzada con todos sus componente. Al respecto, asegura que es "radicalmente falso" que la adrenalina no se aplicase con arreglo a los protocolos médicos. También agrega que todos los integrantes del equipo médico trataron a las víctimas dado que fueron alternando y participando en la atención.

El responsable del dispositivo médico de la fiesta recuerda que las maniobras de resucitación deben durar 30 minutos, si bien a los 19 minutos fueron sustituidos por la Unidad de Soporte Vital Avanzado del Samur, continuó esas maniobras y certificó luego la muerte de dos de las pacientes y derivó a otra a un hospital bajo protocolo de trasplantes, "protocolo que requiere que la paciente sufra lesiones incompatibles con la vida y que las previas maniobras de reanimación cardiopulmonar estén bien realizadas".

Finalmente, sostiene que las impresiones del supervisor de guardia del Samur acerca de la presunta "pasividad" de su equipo médico son también falsas y "no se ratifican ni se recogen" en el informe oficial del subdirector general del Samur, Ervigio Corral.

Por último, expresa como profesional sanitario y como persona su "total respeto a los familiares de las víctimas" ante el dolor que "indudablemente" están sufriendo.

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