Los voluntarios de El Gallinero presentarán una denuncia contra el Ayuntamiento por "allanamiento de morada"

Cedida por Amigos de los Gitanos Rumanos
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 9 octubre 2012 13:37

MADRID, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los voluntarios de El Gallinero han anunciado este martes que presentarán una denuncia contra el jefe de Disciplina Urbanística del Ayuntamiento de Madrid, Julio César Santos, por entrar en una chabola "sin el consentimiento de su propietaria" durante el derribo planeado para este martes de ocho infraviviendas.

El Ayuntamiento de Madrid ha ejecutado este martes la orden judicial de derribo de ocho chabolas vacías que había sido pedida por la Junta de Compensación de Valdecarros.

En declaraciones a Europa Press, la voluntaria en el Gallinero, Patricia Fernández Vicens, ha acusado al jefe de Disciplina Urbanística, Julio César Santos, de haber entrado este martes en una chabola "habitada" durante el derribo de ocho chabolas que el Ayuntamiento de Madrid tenía orden de ejecutar por encontrarse vacías.

Fernández Vicens ha indicado que los voluntarios han mostrado al jefe de Urbanismo que la chabola, que sirve de cocina a Rebeca Marín, estaba habitada "abriendo la nevera y mostrándole que había comida". "Tal vez no había muchos alimentos, pero es lo que tiene ser pobre", ha apostillado la abogada.

Fernández Vicens ha reiterado el deseo de los voluntarios de presentar una denuncia contra este jefe de Urbanismo por haber violado el Código Penal que fija la "inviolabilidad del domicilio". "La Ley dice que no se puede entrar en una casa sin el consentimiento de sus propietarios y no se pueden tirar chabolas si hay personas que viven en ellas", ha incidido.

"FRENTE A LOS OJOS DE LOS NIÑOS"

Otro de los voluntario de El Gallinero, Paco Pascual ha lamentado que "los derribos se hayan realizado frente a los ojos de los niños". "Podrían haberse esperado, como han hecho otras veces, a que se fueran a la escuela para que no tuvieran que ver esto", ha incidido.

En este sentido, Fernández Vicens ha criticado que haya "tal despliegue policial" para tirar ocho casas y que, mientras haya "niños que no hayan podido ir al colegio porque no hay sitio en los autobuses". "Hoy diez chicos de secundario se han quedado en tierra", ha apostillado.

Otro de los voluntarios, Raúl Herranz, ha explicado que entre las chabolas derribadas se encontraba la Iglesia o centro comunitario que los gitanos rumanos del poblado, en el que viven 420 personas, 250 de ellas menores, estaban construyendo.

Herranz ha indicado que no se han producido incidentes porque "sus habitantes lamentablemente ya están hechos a esta realidad" y porque "las opciones que da la Policía, que ha acordonado la zona, para el movimiento son mínimas".

En este sentido, Herranz ha señalado que "el resto de las personas que viven en el poblado se han metido en sus chabolas", siguiendo las indicaciones de los voluntarios para evitar "confusiones" y que se derriben chabolas que están habitadas.