Actualizado 14/09/2007 13:08

Economía/Motor.- Descubierto un fraude en importación y venta de vehículos y motos de alta gama cifrado en 2,2 millones

MADRID, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -

Un hombre y una mujer fueron detenidos en Madrid acusados de fraude en la importación y venta de vehículos y motocicletas de alta gama. Se estima que el importe del IVA no satisfecho a la Hacienda Pública superaría los 2,2 millones de euros, informó hoy la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil.

En la operación, realizada por policías adscritos a la Sección de Fraude Fiscal de la Comisaría General de Policía Judicial, se practicaron dos registros en los locales comerciales de una casa de compraventa de coches, que tenía como administradora única a la arrestada, y también en un garaje utilizado como almacén de los coches, en Alcobendas y San Sebastián de los Reyes, respectivamente.

Fruto de estas inspecciones fueron intervenidos 31 vehículos de alta gama y dos motocicletas (un Ferrari, cuatro Porches, 13 Mercedes, siete BMW, tres Audi, un Volkswagen, un Nissan, un Mini y dos Harley Davidson).

Además, el Juzgado ha adoptado como medida cautelar el bloqueo de los saldos de cuentas bancarias de los implicados --el holandés Gerrit Franciscus A. y su compañera sentimental Daisy H.M.-- y la prohibición de enajenar cuatro bienes inmuebles.

Los investigadores concluyeron que los responsables de la defraudación se servían de varias sociedades instrumentales, conocidas como 'missing trader' o 'sociedades trucha', autorizadas por la compañía matriz, con domicilio social en Alcobendas, para la adquisición de vehículos de alta gama en otros países europeos (Bélgica, Alemania y los Países Bajos).

PAGO DEL IVA EN EL LUGAR DE COMERCIALIZACIÓN.

Dado que las compras de los coches en el país de origen están exentas del pago del IVA, éste debe abonarse en el país donde se comercializan. Sin embargo, las sociedades instrumentales se convertían en defraudadoras de la Hacienda española al no efectuar el ingreso correspondiente al IVA, que repercutían en sus facturas de venta a la casa de compraventa.

Esta última efectuaba las ventas de los vehículos a sus clientes con las facturas correspondientes y, al liquidar el IVA, los responsables de la compañía deducían las cuotas de dicho impuesto como si hubiera sido realmente satisfecho al realizar las compras de los coches a las repetidas sociedades instrumentales.