Actualizado 15/11/2006 14:26

Economía/Motor.- Faconauto rechaza eventuales gravámenes que penalicen directamente la adquisición de todoterrenos

MADRID, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -

El secretario general de la Federación de Asociaciones de Concesionarios de Automoción (Faconauto), Blas Vives, expresó hoy su rechazo a la eventual implantación de gravámenes que penalicen directamente la adquisición de todoterrenos.

Las declaraciones de Vives se producen después de que el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, avanzara que el Gobierno estudia adaptar el Impuesto sobre Matriculación y otras figuras tributarias que afecten a los vehículos para que la carga fiscal sea mayor en aquellos transportes más contaminantes y menor en los más respetuosos con el medioambiente.

Vives indicó a Europa Press que la intención del Gobierno está en línea con las recomendaciones de la Comisión Europea, partidaria de eliminar los impuestos sobre la adquisición de los vehículos y trasladarla al uso de los mismos, discriminando la carga impositiva en función de las emisiones contaminantes.

En este sentido, pidió al Ejecutivo que siga las directrices comunitarias, de forma que no se grave directamente la adquisición de vehículos, sino el uso. "El automovilista paga impuestos por el uso cada vez que reposta gasolina y, además, debe tenerse en cuenta que la utilización reducida del automóvil limita también las emisiones contaminantes", avanzó.

En relación con el sector concreto de los todoterrenos, subrayó que se trata de unos vehículos con gran éxito comercial gracias a la posibilidad de combinar el uso profesional y el ocio, y que además aportan un mayor margen a los concesionarios por su mayor precio y porque el segmento cada vez adquiere mayor volumen.

Preguntado si tras los planes del Gobierno puede haber un afán recaudatorio basado en el fuerte crecimiento de las ventas de todoterrenos, precisó que una subida del tipo impositivo sobre la adquisición de estos vehículos tendría un efecto contraproducente, pues provocaría de forma inmediata un descenso de las matriculaciones y, por consiguiente, de la recaudación fiscal.

En todo caso, Blas Vives precisó que de las declaraciones de Carlos Ocaña se deduce que no se trata de un cambio inmediato, sino más bien de un "globo sonda" para ver la reacción de los operadores económicos implicados".