Actualizado 20/02/2006 18:22

Economía/Motor.- General Motors califica de "especulación" una información sobre el cierre de la planta de Portugal

LISBOA, 20 Feb. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro) -

El grupo General Motors descartó hoy la posibilidad de cerrar la planta portuguesa de Azambuja, y calificó de "altamente especulativa" la información de una publicación especializada en la que se aseguraba que la compañía se plantea cerrar estas instalaciones en el plazo de dos años.

Fuentes de General Motors en Portugal y Europa, citadas por el periódico 'Jornal de Negocios' desmintieron la información y precisaron que la empresa lleva a cabo un estudio para todas las plantas de Europa, con el fin de mejorar la estructura de costes y de aumentar los ingresos.

La compañía automovilística sale así al paso de la información publicada por 'Automotive News' y recogida por la prensa portuguesa, en la que se asegura que el estudio del que está siendo objeto la fábrica lusa, que produce el modelo Opel Combo, "debería llevar al cierre de la misma dentro de dos años", ya que tiene más sentido producir ese modelo la unidad de Figueruelas (Zaragoza) o en Eisenach (Alemania), donde se fabrican modelos similares como el Opel Corsa.

General Motors está presente en Portugal desde 1963 y según su presidente para Europa, Carl-Peter Forster, citado por la revista de automóviles, el estudio estará concluido en agosto de este año y sus resultados determinarán si se cierra o no.

Aunque Forster aclara que todavía no se ha tomado ninguna decisión, la información incluye las declaraciones del portavoz de la empresa estadounidense para Europa y Portugal, Nelson Silveira, en las que dice que "se está analizando la rentabilidad de continuar con la producción de la gama de vehículos comerciales ligeros".

Las informaciones sobre el cierre de la fábrica de Azambuja, la segunda mayor unidad de producción de automóviles del país, después de Autoeuropa con una producción en 2005 de 73.000 Opel Combo, ya salieron a la palestra el pasado verano debido a la falta de consenso entre los 1.150 trabajadores y la administración para alcanzar un acuerdo laboral.