MADRID, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los 900 kilómetros de carreteras secundarias que suman los 54 tramos de la red considerados más peligrosos por presentar mayor número de accidentes, los denominados 'puntos negros', presentan graves deficiencias de conservación y mantenimiento, según el estudio realizado por la revista 'Autopista', difundido hoy.
El informe indica que el 65% de los 'puntos negros' de estas carreteras analizados por la publicación presentan "graves carencias en la protección de la vía".
Según se indica, en un gran número de ellos los arcenes son inexistentes o demasiado estrechos; hay escalones laterales en la calzada que dificultan el control del vehículo en caso de salida de la vía de parte del vehículo, obstáculos próximos a la vía e insuficientes guardarraíles.
Para 'Autopista', se trata de aspectos "determinantes" en cuanto a la reducción de siniestralidad, dado que, según sus datos, el 42% de los accidentes con víctima en la carretera se produce por la salida de la vía del vehículo.
Asimismo, el estudio indica que el 50% de los tramos peligrosos presenta "numerosos problemas con el trazado", debido en su mayor parte a cambios de rasantes innecesarios o a curvas mal diseñadas difíciles de trazar y "que despiden al vehículo fuera de la calzada circulando a la velocidad permitida".
En cuanto al estado del firme, es "malo o muy malo" en uno de cada tres tramos peligrosos analizados por la publicación. Según sus datos, es "frecuente" encontrarse con asfalto viejo, parcheado, agrietado y sucio, "algo que afecta en gran medida a la adherencia de los neumáticos sobre todo con climatología adversa".
Por último, el informe apunta que la señalización en más de un tercio de los 'puntos negros' es vieja y, en consecuencia, ha perdido sus características de reflectancia, convirtiéndola en inútil sobre todo por la noche o en circunstancias de baja visibilidad.
'Autopista' recuerda que, según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), el 75% de los accidentes con víctimas se concentran en las carreteras convencionales. De hecho, en el año 2007 fallecieron en estas vías más de 2.000 personas.
