MADRID, 21 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) propuso hoy en Madrid una reforma de la fiscalidad del automóvil en la que se recoja una eliminación del impuesto de matriculación de los vehículos y se potencie la tasa de circulación, tal y como recoge el informe presentado en 2005 por la Comisión Europea, que establece la eliminación gradual del gravamen sobre la compra antes de 2016.
La asociación resaltó que es necesario el diseño de impuestos que graven la compra, la posesión y el uso del automóvil en función de la reducción de las emisiones de dióxido de carbono. Sin embargo, indicó que la carga impositiva para los conductores "ya es muy elevada", por lo que habría que realizar una redistribución "más eficiente" de los impuestos, en lugar de aumentarlos o crear unos nuevos.
Así, el Club subrayó que la base imponible de los vehículos se debería establecer en función del grado de emisiones de CO2 por kilómetro y de una manera progresiva, y no lineal como hasta el momento.
Esta propuesta recoge que el vehículo que menos contamine sea el que establezca la cifra mínima de emisiones a partir de la que se empezará a gravar, de forma progresiva, a los vehículos. De esta manera, las emisiones del vehículo que menos contaminen serán el punto de partida a partir del que se empiece a gravar al resto de automóviles.
La iniciativa del RACC resalta, además, que se debe dar un mismo tratamiento a los coches que utilicen gasolina y a los diesel y que para su establecimiento total debe haber un periodo transitorio para los vehículos de más de diez años.
BENEFICIOS.
El club automovilístico indicó que la puesta en marcha de esta reforma conllevará una reducción de las emisiones de CO2 de al menos un 5%, puesto que fomentará los coches que menos contaminan y penalizará los que más impacto generen sobre el medio ambiente.
Otro de los beneficios de esta medida sería que no se penalizará los coches más modernos y que por lo tanto incorporan mayores medidas de seguridad, lo que hasta el momento estaba gravado con el impuesto de matriculación para vehículos nuevos.
La reforma supondrá la equiparación en cuanto a la fiscalidad del automóvil con los mayores productores de coches de Europa, como son Reino Unido, Alemania o Italia, además de una mayor importancia de los impuestos especiales sobre el carburante, que son los que realmente gravan el uso del vehículo.
En este sentido, el director de la Fundación RACC, Miquel Nadal, subrayó, durante la presentación, que el desarrollo de esta propuesta supondrá un avance en comparación con la situación actual, aunque seguiría sin gravar el uso del coche. Asimismo, apuntó que ésta afectará al reparto de la recaudación fiscal del automóvil entre las administraciones.
En esta línea, Nadal aseguró que esta reforma fiscal propuesta por el RACC podría generar una caída temporal de la recaudación, aunque con el paso del tiempo se asemejaría a los niveles actuales, ya que el impuesto de circulación asumiría la recaudación del impuesto de matriculación.
Por último, esta iniciativa también requiere la potenciación del Plan Prever, ya que fomenta la renovación del parque automovilístico y por lo tanto la disminución de las emisiones de gases contaminantes, así como crear incentivos para la instalación de filtros de partículas en los vehículos diesel.
Finalmente, Nadal resaltó que esta propuesta sería un gran paso en comparación con la situación fiscal actual, aunque sería un punto intermedio hacia una reforma total en la que no exista ni el impuesto de matriculación y ni el de circulación y la recaudación se lleve a cabo mediante un aumento progresivo de los impuestos de los carburantes, con el fin de gravar el uso de los coches.
