MADRID, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
El fabricante de baterías Tudor obtuvo un beneficio neto de 14,4 millones de euros durante el año fiscal 2005-2006 (cerrado el pasado 31 de marzo), lo que supone multiplicar por nueve las ganancias de 1,6 millones de euros registradas en el ejercicio anterior.
Tudor explicó que la progresión de su beneficio neto se explica por la positiva evolución de los resultados financieros y por los extraordinarios de 8,6 millones de euros generados por la venta de activos no operativos, según una comunicación remitida a la CNMV.
La cifra de negocio de la compañía española, filial del grupo estadounidense Exide Technologies, se elevó a 329,87 millones de euros entre abril de 2005 y marzo de 2006, con una progresión del 4,56% en comparación con el ejercicio precedente.
El crecimiento de la facturación se debe al aumento de las ventas de baterías destinadas a fabricantes de automóviles tanto en España como en el resto de Europa, principalmente en los seis primeros meses del ejercicio.
La compañía subrayó que el alza de las principales materias primas ha supuesto una fuerte presión sobre los márgenes, lo que ha provocado la necesidad de implementar "severas medidas de contención de costes y considerables subidas de precios de venta" de los productos en los principales mercados.
La multinacional estadounidense Exide Technologies anunció a finales del pasado mes de abril estudia vender su división industrial en Europa y Resto del Mundo, lo que afectaría a la filial española Tudor.
Exide remitió a la Securities and Exchange Commission (SEC) --el regulador de los mercados en Estados Unidos-- una notificación en la que indica que "continúa explorando ciertas alternativas estratégicas y financieras", que incluyen la venta de esta división, a la que pertenece la filial española.
La compañía estadounidense puntualiza que no ha recibido propuestas concretas, y añade que no tiene intención de difundir información adicional sobre este asuntos hasta el momento en que haya un contrato definitivo.
Tudor emplea en España a unos 2.000 trabajadores y cuenta con centros productivos en Madrid, Soria, La Cartuja (Zaragoza), Abrera (Barcelona), Manzanares (Ciudad Real) y Azuqueca (Guadalajara), si bien estos dos últimos se verían afectados mínimamente por la venta de la división de industriales, pues están especializadas en la fabricación de baterías de primer equipo de arranque en seco, según CC.OO.
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