Actualizado 08/01/2009 16:16

Innova.- Un 83 por ciento de la población está dispuesta a comprar filetes de corbina, según un estudio del IMIDA

MURCIA, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -

El departamento de Acuicultura del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (IMIDA) ha estudiado la viabilidad comercial del filete de corbina, un producto que el 83 por ciento de la población manifestó su intención de comprar, según una encuesta realizada a 562 personas de toda España, informó a Europa Press la investigadora responsable, María Dolores Hernández.

De ese porcentaje, un 39 por ciento contestó que, definitivamente compraría la corbina si tuviera un precio razonable, y un 44 por ciento que, probablemente, lo compraría, mientras que el producto obtuvo una valoración global de 4,2 en una escala del uno al cinco, que correspondería a 'Me gusta', según este estudio impulsado por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.

Este análisis, en el que participó el IMIDA, se realizó en ocho comunidades autónomas, y los encuestados, que probaron muestras de este tipo de pescado, puntuaron con mayor nota su sabor y su jugosidad, mientras que se mostraron críticos con su nivel de grasa, que alcanzó el dos por ciento --cuando lo normal se sitúa en el 20 por ciento--, algo que "puede parecer escaso".

Hernández explicó que la cata "salió bien, ya que es una carne blanca con un sabor moderado, no es un sabor triste y tuvo una aceptación buena", y dijo que la puntación que alcanzó la corbina "fue la que puede tener una dorada, que ahora es sobradamente conocida, pero no lo era hasta que no se empezó a cultivar de forma masiva hace 15 ó 20 años".

En concreto, la cata de aceptación se hizo en ocho comunidades autónomas, en Cataluña, en Valencia, en Mallorca, en Murcia, Cádiz, en Canarias, en Santiago de Compostela (Galicia) y en Castropol (Cantabria), y la intencionalidad de compra "variaba por zonas según los hábitos, cambia por zonas, ya que se valora mucho lo que uno conoce, lo que es familiar".

Hernández explicó que el filete de corbina, "no tiene muchas espinas y es fácil de limpiar, algo que valora mucho la gente", y añadió que un filete de este pescado "siempre pesa uno o dos kilos, mientras que el 50 por ciento siempre es la porción comestible, por lo que salen dos filetes de medio kilogramo, con lo que puede comer una familia, de forma que da juego".

Asimismo, añadió que "tiene muy poca cantidad de grasa acumulada alrededor de las vísceras, y, en su conjunto, tiene una vida útil de nueve días, que está bien, aguanta muy bien". Además, dijo que tiene un filete "muy alto y muy molloso, lo que da pie a jugar con él, porque no todas las especies lo permiten, en función de las espinas que tengan".

En este sentido, indicó que es un alimento "saludable", y posee un alto nivel de proteínas "como todo el pescado, más digestible que el de la carne, mientras que la cantidad de grasa, que es muy poca, objetivamente no es un dato ni bueno ni malo, aunque posee ácidos grasos omega 3 y una buena capacidad de conservación".

Hernández señaló que "hay un trabajo para habituarnos a ver la corbina", un producto que "se puede comprar en toda España, ya que está en el mercado, pero no está ampliamente distribuido, ya que se restringe a restauración y a venta al por mayor". En este caso, Hernández dijo que "la empresa ha ido por delante, ya que el ciclo de producción se cerró a nivel de empresa antes de que hubiera una investigación al respecto".

Al respecto, justificó el objeto de la investigación de la calidad de esta especie como producto "porque la corbina no se conoce en la calle, donde muy poca gente lo encuentra, no se conoce, lo que supone un problema a la hora de comprarlo, si no se tiene un conocimiento previo".

Por este motivo, el IMIDA trabajó "sus virtudes y sus defectos, para conocerlo más". Así, indicó que es una especie "que tiene un crecimiento muy bueno, responde muy bien en cautividad, y funciona a salinidades muy diferentes, y no tiene problemas de adaptación, ya que es resistente, tiene buen crecimiento y buena utilización de los piensos".

El problema "es que su cría es relativamente sencilla, pero cuando se tiene ese producto, no se sabe qué hacer con él", por lo que instó a "trabajar un poco más con él, para hacer una prueba de aceptación a nivel de consumidores, y más como parte de un proyecto coordinado, dentro de los planes nacionales de acuicultura".

El IMIDA también colaboró en la realización de un estudio anual "para ver cómo cambia el producto, si se mantienen sus características a lo largo del año, o va cambiando". Además, dijo que la corbina "no tiene una gran cantidad de grasa, lo que no es bueno ni malo, pero como ahora hay una tendencia para valorar las cosas bajas en grasa, junto con todas las connotaciones de salubridad del pescado, es positivo".

De esta forma, indicó que la corbina "tiene una edad muy larga y la reproducción es muy tarde, por lo que su tamaño comercial es anterior a la reproducción", algo que, en los peces, "suele ser un problema, porque cuando su edad reproductiva y maduran sexualmente, dedican mucha energía a la madurez, es algo que no están dedicando al crecimiento".

Por este motivo, reseñó que "todas las especies que necesitan bastante años para reproducirse son más susceptibles", y añadió que "se desarrollan en piscifactorías, principalmente en jaulas, y hay muchas empresas que engordan en el Mediterráneo".