MURCIA 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Universidades, Empresa e Investigación, a través de la Fundación Séneca, destinó un presupuesto de 800.000 euros en 2009 para financiar un total de 80 proyectos de investigación en las áreas de humanidades y ciencias sociales, en los que participan más de 500 investigadores y expertos murcianos, lo que convierte a la Región en "un referente internacional" al respecto.
Se trata de proyectos que abordan materias como la historia, el arte, la literatura, la filología, la arqueología, la filosofía, la economía, y la psicología, entre otras. Asimismo, contemplan actuaciones estratégicas, entre las que figuran la Red Columnaria o Interclassica, actualmente, el más importante portal en español sobre el mundo greco-latino; y el proyecto de Bibliotecas Virtuales de la Fundación.
El consejero de Universidades, Empresa e Innovación, Salvador Marín, destacó que el "apoyo a la Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales es una prioridad y un elemento diferencial de la política científica regional", y especificó que, sólo en el periodo 2006-2008, la Fundación Séneca ha invertido más de dos millones euros en el Programa de Apoyo a la Investigación en estas dos disciplinas.
La Consejería de Universidades, Empresa e Investigación, a través de la Fundación Séneca, subvenciona el desarrollo de estos nuevos proyectos de investigación que "favorecen la generación de conocimiento en estas áreas y consolidan la actividad de los investigadores y grupos de investigación de nuestra Región, incrementando su calidad y competitividad así como su proyección internacional, lo sin duda está incidiendo en el mayor reconocimiento e impacto social de su investigación".
En este sentido, Marín destacó que "los estudios de Ciencias Sociales y Humanidades son básicos en cualquier sociedad avanzada y la base para progreso socioeconómico y cultural con aportaciones desde la Región a temas mundialmente relevantes".
Asimismo, explicó que el desarrollo de proyectos de investigación internacionales y de la más alta calidad es fundamental para lograr el bienestar social y afrontar retos como aplicación de las nuevas tecnologías a campos como la educación o los procesos de cambio sociales y culturales emergentes, desarrollando una visión crítica y, a la vez, constructiva sobre los mismos".