La empresa Solplast prevé tener listo en 2010 plásticos de invernadero más resistentes al cloro y al azufre

MURCIA, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -

La empresa lorquina Solplast y el Centro Tecnológico del Calzado y del Plástico (Cetec) están trabajando conjuntamente en el desarrollo de nanocompuestos que, aplicados en plásticos para cubiertas de invernadero, permitan actuar como "barrera física" para factores externos como la radiación ultravioleta, por el pequeño tamaño de las partículas que lo componen.

Así lo hizo saber hoy a Europa Press el responsable de Calidad, Investigación y Desarrollo y Medio Ambiente de la compañía, Pedro Pablo Díez, quien participó en una jornada técnica sobre 'plasticultura' moderna, es decir, sobre la aplicación de los plásticos en la producción agraria, organizada por el Cetec, que impulsa la Consejería de Universidades, Empresa e Investigación.

De momento, los investigadores desconocen si los nanocompuestos actúan realmente como barrera, pero van a estudiar su comportamiento ante la radiación ultravioleta, cuyo rechazo permitiría reducir la degradación del plástico por su efecto. Asimismo, estudiarán si estas partículas tienen capacidad de retener el calor o de pasar calor al interior del invernadero, por ejemplo.

Por ahora, los investigadores están probando todas estas características y las propiedades mecánicas de distintos nanocompuestos, con el objetivo de comprobar "cuáles pueden ser los más adecuados para su utilización en cubiertas de invernadero" como parte de este proyecto conjunto de investigación que se encuentra en marcha y prevé durar hasta 2011.

PROTECCIÓN A CLORO Y AZUFRE

Por otra parte, Díez anunció que Solplast prevé tener listos para la próxima campaña, que comenzará el verano de 2010, un tipo de plástico de invernadero "más resistentes al cloro y al azufre, entre otros productos derivados de los tratamientos agrarios que desactivan la protección del plástico y reducen su duración".

Díez, destacó que la elaboración de plásticos resistentes a los tratamientos que se hacen en los invernaderos son el "caballo de batalla" de las empresas del sector.

En este sentido, dijo que los contenidos en azufre y cloro "han aumentado bastante como consecuencia de los usos agrícolas a pesar de tener una directiva que limita su contenido bastante", por lo que la principal tarea actualmente es "encontrar aditivos para el plástico que sean un poco más resistentes a ese tipo de usos agrícolas".

Así pues, la empresa Solplast, del grupo Armando Álvarez y dedicada exclusivamente a la transformación de plásticos para la agricultura, está "consiguiendo" un tipo de plástico resistente, fundamentalmente, a estas sustancias que "probablemente esté preparado para la próxima campaña" y que "beneficiarán a cultivos como el del tomate, por ejemplo".

Y es que "los usos agrícolas han cambiado: ahora se ven muchos elementos del tipo de sublimadores que queman el azufre directamente, lo hacen vapor, y parte de ese azufre en vapor es absorbido por el plástico, lo que reacciona con los estabilizantes y el plástico queda desprotegido, reduciendo su vida útil".

Cetec, perteneciente a la Red de Centros Tecnológicos de la Región de Murcia que impulsa la Consejería de Universidades, Empresa e Investigación, a través del Instituto de Fomento (INFO), organizó esta jornada para ampliar y actualizar los conocimientos en plasticultura de personal técnico de empresas, cooperativas y explotaciones agrarias, mediante un contacto directo entre proveedores y usuarios finales.

La jornada tuvo en cuenta todo el ciclo de vida de este tipo de plástico e hizo hincapié en su uso agrícola para cubiertas de invernadero, acolchado o 'microtúnel', entre otros. La difusión de estos conocimientos redundará "en una posterior mejora de los cultivos", según informaron fuentes del Centro de Coordinación de los Centros Tecnológicos (Cecotec) en un comunicado.

Además, está previsto tratar temas de interés para el sector como los nuevos plásticos 'biodegradables' y 'oxodegradables', los cuales no precisan ser retirados de las plantaciones una vez que han realizado su función, ya que son capaces de degradarse por sí mismos hasta desaparecer.