Los adictos internos en prisión, cada vez más jóvenes, evolucionan hacia el consumo de cannabis y cocaína

Un joven elaborando un porro de hachís
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 17 noviembre 2015 12:18

Cruz Roja atiende a unas 150 personas afectadas por VIH en la Región con actividades individuales, de prevención y educación para la salud

MURCIA, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -

El perfil de los adictos internos en las dos cárceles de la Región de Murcia, en Sangonera y Campos del Río, ha evolucionado desde el consumo mayoritario de heroína, en la década de los años 80, al consumo de cannabis y cocaína, que actualmente representan de forma estimada un 90 por ciento de los casos, mientras que la problemática comienza cada vez a edades más tempranas.

Así lo ha hecho saber en declaraciones a Europa Press la coordinadora del Programa de Atención de Drogodependencias en instituciones penitenciarias de la Asamblea Local de Cruz Roja en Murcia, Manuela Martínez Saorín, con motivo de la celebración en Murcia de las XXVIII Jornadas Nacionales de Adicciones, VIH y Prisiones que se celebran en Murcia bajo el lema 'Necesidades compartidas. Respuestas coordinadas'.

Martínez ha confirmado que actualmente se observan diferentes patrones de consumo respecto a 1987, cuando se puso en marcha el programa. En concreto, en la década de los 80 había una prevalencia en el consumo de la heroína, mientras que actualmente se detecta que en el 90 por ciento de los casos, aproximadamente, hay una prevalencia en consumos de cannabis --droga muy generalizada-- y consumos de cocaína.

En este sentido, precisa que el consumo de cannabis está muy generalizado porque se trata de una droga que se considera "legal", mientras que la cocaína es una droga cuyos consumidores tienen una baja percepción del riesgo al consumo, es decir, es una droga "muy socializada".

"Los consumidores de cocaína no tienen una amplia conciencia de su problemática hasta pasados unos cuatro años, que es el periodo en el que permanece latente la adición", según Martínez, quien destaca que no tienen conciencia del peligro "porque suele ser un consumo esporádico de fines de semana, pero al mantenerse en el tiempo, al cabo de tres o cuatro años se manifiesta la adicción de forma más patente".

A lo largo del tiempo, el equipo de Cruz Roja ha detectado también que el inicio en el consumo de drogas se da a edades cada vez más tempranas. De hecho, hace años se encontraban con pacientes con edades comprendidas entre los 20 y los 50 años que eran "consumidores habituales o esporádicos". Actualmente, los psicólogos se encuentran con casos de "cualquier ratio de edad", por lo que no se puede decir que haya una edad específica en la que se dan más casos. "Cualquier persona puede ser consumidor en potencia", destaca esta psicóloga de Cruz Roja.

JORNADAS DE ADICCIONES, VIH Y PRISIONES

Las Jornadas Nacionales de Adicciones, VIH y Prisiones, en las que se van a dar cita 156 personas procedentes de todas las comunidades de España, surgen de la necesidad de exponer qué se detecta en la problemática de adicciones y VIH, así como de la necesidad de coordinar las intervenciones y poner luz sobre las nuevas necesidades en las que hay que trabajar.

Martínez ha recordado que Cruz Roja es pionera en el tratamiento de las adicciones en los centros penitenciarios. De hecho, Murcia fue la primera comunidad autónoma de España en lanzar este tipo de intervenciones en las prisiones en el año 1987, aunque posteriormente lo implantaron otras comunidades.

Se trata de un programa que atiende a personas que presentan una problemática de adicciones a sustancias en la prisión de Sangonera (Murcia I) y Campos del Río (Murcia II). Uno de sus objetivos es aprovechar el periodo de internamiento para conseguir la reducción del consumo o la recuperación de personas con esta problemática, y motivar desde dentro la continuidad del tratamiento una vez que se encuentren en el exterior de la prisión.

El equipo está compuesto por siete psicólogas especializadas en la intervención con drogodependencias, y tiene una amplia coordinación con los profesionales del centro y con los recursos externos comunitarios que existen en la Región, lo que le permite tener "mucho más éxito" en la consecución de sus objetivos.

Desde 1987, este equipo de Cruz Roja ha atendido a miles de internos, según Martínez. Desde enero de 2015 hasta la actualidad, se han atendido a un total de 395 personas, 241 de ellas hombres y 154 mujeres en el marco de este programa de atención.

DETECCIÓN Y TRATAMIENTO

Para detectar a los adictos cuando ingresan en prisión, Martínez reconoce que no tienen ninguna "máquina de la verdad", sino que son ellos mismos los que manifiestan que quieren ser incluidos en el programa "de forma voluntaria" en la mayor parte de los casos. De hecho, Martínez remarca la importancia de la voluntariedad del afectado para que el tratamiento "tenga un abordaje pleno de forma exitosa".

Para intervenir, los psicólogos de Cruz Roja llevan a cabo una atención terapéutica de tipo individual y grupal. La cobertura en las adicciones "es muy amplia" porque todos los módulos cuentan con una atención de tipo grupal, principalmente en tratamientos de deshabituación para todos aquellos que manifiestan voluntariamente su admisión en el programa.

Martínez ha explicado que el equipo de Cruz Roja programa otro tipo de actividades paralelas en las que los contenidos se trabajan de forma directa o indirecta, tanto a personas que están afectadas como al resto de la población penitenciaria. Por ejemplo, el equipo de Cruz Roja llega a los internos que no están en el tratamiento mediante la programación de actividades de prevención, educación para la salud, sensibilización e información.

Por otro lado, Martínez ha indicado que las posibilidades de éxito de las intervenciones "no se pueden medir", aunque hay unos indicadores que permiten ver reflejado el éxito, como son los índices de participación en el propio programa y el tiempo de permanencia en el mismo.

No obstante, puntualiza que la continuidad en el programa se ve afectada por otro tipo de factores aleatorios que se escapa al control de los especialistas de Cruz Roja, como es el caso de las interrupciones del tratamiento por traslados a otras prisiones, por salidas en libertad o porque la persona, de forma voluntaria, pide la baja en el programa.

PROGRAMA DE VIH

Por otro lado, Cruz Roja también lleva a cabo un programa de VIH en las dos prisiones de la Región desde 1993, así como en la consulta de enfermedades infecciosas del Hospital Santa Lucía de Cartagena, prestando una atención directa a las personas afectadas a través de actividades individuales, grupales, de prevención, educación para la salud, sensibilización e información.

De nuevo, en estos casos se atiende fundamentalmente a pacientes o población que decide participar en el programa voluntariamente, así como a aquellas personas en las que hay una derivación por suspensión de condena, es decir, por requisito judicial. Se trata tanto de afectados por el virus como a población en general, en labores de prevención.

Así lo ha hecho saber a Europa Press la psicóloga y técnico responsable del Área de VIH de Cruz Roja, Carmen Buendía, quien explica que, según los últimos datos epidemiológicos, el VIH aparece en un sector joven y refleja que las medidas preventivas "no terminan de cuajar". Por ello, existe "cierta preocupación porque, a pesar de todos la prevención, hay un sector al que no le llegan los mensajes", destaca.

Entre los afectados se encuentran no solo quienes padecen el virus, sino también las personas que, en un momento determinado, podrían dar positivo por VIH dadas sus conductas. Los psicólogos de Cruz Roja trabajan en torno a 150 personas afectadas en la Región. De ellos, un mayor porcentaje son hombres y su edad oscila entre los 30 y los 50 años.

En las jornadas se ha presentado precisamente un vídeo al que se puede acceder en Youtube bajo el título 'Depende de ti que se den la vuelta', encaminado a la aceptación de las personas afectadas por VIH, un área en la que "queda mucho por hacer".

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