LORCA (MURCIA), 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las calles de Lorca se convierten el Viernes Santo por la noche en el escenario de un gigantesco auto sacramental, en el que participan todas las cofradías a excepción del Resucitado, concretamente los Encarnados, Morados, Azules, Negros y Blancos.
Este año han presenciado los desfiles desde el palco presidencial, la ministra de Turismo, Reyes Maroto; el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, quien participa activamente en la Semana Santa de Lorca en la procesión de la Curia --sábado anterior al Domingo de Ramos-- llevando a la Virgen de la Amargura, y en la noche del Jueves Santo como costalero del Santísimo Cristo del Rescate del Paso Blanco; y el alcalde de la localidad, Diego José Mateos.
En los desfiles bíblico-pasionales, con más de 250 años de antigüedad, participan más de 3.000 figurantes caracterizados con ricos trajes, más de 400 caballos, carrozas que recrean templos, palacios y tronos barrocos.
De esta forma se recrea pasajes de la Biblia mezclando la historia cristiana con la pagana. Desfilan todos lo grupos histórico-bíblicos que representan los principales hechos del Antiguo Testamento, La Historia Sagrada y los cortejos penitenciales correspondientes a la conmemoración del día en que Cristo muere en la Cruz.
Personajes como Julio César, el rey Salomón, Cleopatra o la reina de Saba, entre otros, encarnados por ciudadanos de Lorca, desfilan en la noche de Viernes Santo, junto con carreras de cuadrigas, escuadrones romanos o faraones portados en literas.
Especialmente veneradas son las imágenes titulares de los Pasos Blanco y Azul, en sus advocaciones de 'Dolorosa' y 'Amargura'. Los conjuntos de bordados de la Virgen de los Dolores y de la Amargura se han convertido en los primeros textiles en España declarados 'Bien de Interés Cultural'.
La Semana Santa de Lorca está declarada de Interés Turístico Internacional desde 2007, y el bordado lorquino es actualmente candidato oficial a Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.