MURCIA, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
Agentes del 091 y del Servicio de Atención a la Familia (SAF) del Cuerpo Nacional de Policía de Murcia han detenido y puesto a disposición judicial, en los últimos días, a diez hombres (siete españoles, un ucraniano, un nigeriano y un ecuatoriano), por presuntos malos tratos a sus parejas. Dos de estos sucesos se produjeron en habitaciones de hospedajes de Murcia.
Además, en varios casos existían ordenes judiciales de alejamiento, que fueron quebrantadas de mutuo consenso, por víctimas y agresores, según informaron fuentes policiales.
Así, uno de los detenidos, J.S.P, de 35 años, residente en Bilbao, que se encontraba con su compañera sentimental de vacaciones por la Región, agredió a su pareja en la habitación de un hospedaje, lo que produjo un fuerte escándalo que obligó a que clientes y empleados trasladaran a la mujer a otra habitación mientras alertaban al 091.
A la llegada del radiopatrulla policial, el agresor se enfrentó con los agentes, tratando de agredirlos con un tablón, al mismo tiempo que les profería insultos, por lo que tuvo que ser reducido para su detención y traslado a la Jefatura Superior de Policía.
Al parecer, días antes había maltratado a su pareja en un hotel de la zona del Mar Menor. Igualmente, en otro hotel de la Capital, fue detenido M.C.F, de 29 años, quien presuntamente agredió a su esposa.
Por otra parte, la Policía Nacional de Murcia detuvo a C.M.H, ecuatoriano de 49 años, quien ya fue denunciado por su pareja, y condenado a 1 año de prisión por el mismo motivo. No obstante, una vez cumplida la condena, la víctima lo admitió en su domicilio, produciéndose un nuevo episodio de malos tratos.
De igual forma, fue detenido J.F.S, de 45 años, en proceso de separación con su esposa, con la que continuaba conviviendo, incumpliendo la orden judicial que determinaba que abandonase el domicilio. En esa situación maltrató verbalmente a su pareja, insultándola porque se le había "pegado la comida".
Otro condenado por malos fue M.V, ucraniano de 37 años, sobre el que también recae orden de alejamiento y comunicación por cualquier medio. Aún así, venía acosando a su pareja mediante llamadas telefónicas requiriéndola para reanudar la relación, a lo que ella reiteradamente se negó. Ante tales negativas, la abordó en plena calle, dándole una patada en el costado, amenazándola de muerte si no volvía con él.
