El juicio del acusado de matar a una anciana en un huerto de El Raal se reanuda este miércoles

Imagen del acusado de matar a una anciana con una rama de limonero en El Raal
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 20 octubre 2015 10:53

MURCIA, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -

El juicio al individuo acusado de matar a una anciana y herir a otras dos en febrero de 2012 propinándoles golpes con una rama de limonero mientras paseaban por un huerto en la pedanía murciana de El Raal se reanudará este miércoles, a las 10.30 horas, con una vista en la que comparecerán los peritos forenses.

La vista oral comenzó la semana pasada en la Sección número 2 de la Audiencia Provincial, presidida por el juez Abdón Díaz, con una sesión en la que el acusado insistió en su inocencia y en que ni siquiera estuvo en el lugar de los hechos cuando ocurrió el crimen, aunque los testigos le identificaron "sin ningún género de dudas", según declararon los agentes de la Guardia Civil que instruyeron las diligencias.

El Fiscal, José María Alcázar, ha pedido penas que suman 44 años de cárcel para este individuo, de 35 años y nacionalidad marroquí. Según sus conclusiones, el individuo, animado por el deseo de obtener un ilícito apoderamiento aún a costa de las vidas y de la integridad física de las tres mujeres, provisto con una rama de limonero de más de 80 centímetros de largo se aproximó en silencio a las viandantes cuando paseaban por el carril de Los Cobos y propinó un primer golpe, sin demasiada fuerza, a una de ellas.

Como consecuencia, la víctima cayó al suelo y fue arrastrada por el individuo hasta un limonero próximo, momento en el que le sustrajo un monedero con siete euros y varios céntimos de euros.

Posteriormente, se dirigió a las otras dos ancianas y le propinó otro golpe que hizo que cayeran al suelo. Dos de ellas sufrieron un traumatismo craneoencefálico y una tercera falleció al día siguiente por las heridas sufridas como consecuencia del impacto.

El procesado emprendió la huida a través de los huertos de limoneros contiguos. Tras llegar a su domicilio y raparse la cabeza, al día siguiente acudió a trabajar y posteriormente se dirigió a Almería hasta que fue detenido días después en El Ejido.

Para el fiscal, los hechos son constitutivos de un delito de asesinato consumado, por el que pide 20 años de cárcel; un delito de asesinato en grado de tentativa, por el que reclama 14 años; por el delito de lesiones, cinco años de cárcel; y por el de robo con violencia y uso de medio peligroso, otros cinco años.

Igualmente, deberá indemnizar al viudo en 100.000 euros y a cada uno de los cuatro hijos de la fallecida en 15.000 euros. También deberá indemnizar a las dos víctimas que quedaron heridas.

"YO NO SOY UN ASESINO"

"Yo no soy asesino, vine a España a buscarme la vida, no hice daño a nadie ni pasé por esa zona", aseguró la semana pasada el acusado, Tahar Ryad, a preguntas del Fiscal, en la primera sesión de la vista oral.

El Fiscal incidió especialmente en lo ocurrido el día de los hechos y preguntó en varias ocasiones por detalles de la agresión como, por ejemplo, si golpeó o arrastró a las víctimas, qué hizo con el monedero que sustrajo supuestamente a una de las ancianas o si se hizo con una rama de limonero de forma previa a la agresión.

El acusado, que fue auxiliado en todo momento por un traductor, ha asegurado que, cuando ocurrieron los hechos, él llevaba "diez o doce días" sin pasar por el carril de los Cobos donde fueron agredidas las víctimas. "No he pegado a nadie ni he arrastrado a nadie; nunca he pensado que fuera a estar en la cárcel", ha declarado el acusado.

Ante el interrogatorio, el acusado negó reiteradamente la agresión y sostuvo en todo momento que no estuvo en el lugar de los hechos, a pesar de que el Fiscal le recordó que, durante su primera declaración en el Juzgado en la fase de instrucción, dijo no recordar si había pasado por allí.

El acusado también se ha retractado de su declaración inicial en el Juzgado, cuando dijo que había estado trabajando el día de los hechos, el lunes, 27 de febrero de 2012. Ahora, Tahar Ryad sostiene todo lo contrario y afirma que no trabajó, y achaca su contradicción al "miedo" que sintió por haber sido "agredido" por la Guardia Civil en los calabozos.

VERSIÓN DE LOS TESTIGOS

La vista oral comenzó sin la presencia de dos testigos también de nacionalidad marroquí que aseguraron haber visto al acusado huir de la zona de los hechos. No obstante, en su momento señalaron "sin lugar a dudas" al acusado como el autor de la agresión, según han ratificado tanto los agentes de la Guardia Civil que acudieron en un primer lugar al lugar de los hechos como los agentes de la Policía Judicial que se encargaron de la inspección ocular y técnico-policial de la zona.

En concreto, uno de los agentes encargados de instruir las diligencias explicó que dos testigos que estaban en la zona el día del crimen se encontraron "de cara" con el acusado a pocos metros cuando salía de un huerto de limoneros tratando de huir del lugar, y lo identificaron "sin lugar a dudas", indicando que se trataba de un compatriota que vivía en una casa abandonada próxima, conocida como casa de los Rodríguez.

Además, la descripción aportada por las víctimas que sobrevivieron al ataque coincidía plenamente con la del procesado, aportando características "muy evidentes". En concreto, todos los testigos declararon que se trataba de un hombre corpulento, de tez oscura, pelo rizado y que vestía con una sudadera con capucha de color blanco y un estampado de motivos azules en la parte frontal.

Los agentes de la Policía Judicial realizaron una inspección técnico-policial de la vivienda abandonada en la que presuntamente vivía el procesado, donde encontraron una huella dactilar correspondiente a otro de los moradores que, una vez localizado, reconoció que había compartido la casa con Tahar Ryad.

A pesar de no existir una ficha policial, la Guardia Civil consiguió varias fotos del acusado que obraban en poder del Ayuntamiento de Beniel, donde Ryad había acudido a empadronarse tiempo atrás. Cuando los testigos vieron la foto "no tuvieron ninguna duda" en ratificar que se trataba del individuo al que habían visto huir de la zona, tal y como han indicado los agentes.

Los dos testigos que presuntamente vieron huir a Ryad de la zona y que auxiliaron a las víctimas eran un tío y su sobrino, uno de los cuales se encontraba en situación irregular en España, y pidió que su nombre no apareciera en las diligencias para evitar ser expulsado por Extranjería.

En este sentido, los agentes de la Guardia Civil han declarado que no tenían constancia de que estos dos testigos conocieran previamente al acusado ni tenían indicios de que pudieran ser "imparciales".

Además, la Policía Judicial una inspección técnica ocular de la zona, donde recuerdan que encontraron una rama de limonero con restos "biológicos", es decir, sangre de las víctimas, y un monedero de color negro que había sustraído a una de las ancianas y había abandonado a unos pocos metros. Ambos objetos se encontraban en el itinerario por el que, supuestamente, el acusado abandonó la zona, según los agentes.