MURCIA 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Desarrollo Sostenible y Ordenación del Territorio, Benito Mercader, presentó hoy un programa para la conservación del águila-azor perdicera en la Región de Murcia con el que se pretende duplicar la población reproductora y los territorios en los que está presente, informó hoy el Gobierno regional en un comunicado.
El programa de conservación de este rapaz mediterránea, que elaboró la dirección general del Medio Natural, tiene un total de quince objetivos, una vigencia indefinida, y será revisado cada cuatro años hasta que la especie pueda ser excluida de la categoría de "en peligro de extinción".
Mercader aseguró que "el águila-azor perdicera es posiblemente la especie que mejor identifica nuestro paraje natural, desde la costa hasta el interior de la Región, por lo que vamos a hacer un importante esfuerzo para protegerla y para eliminar los riesgos que amenazan su supervivencia".
Fue en el año 2001 cuando el Gobierno regional inició la tramitación de una plan de recuperación del águila-azor y en 2002 se realizó el censo, control de la reproducción y la vigilancia de territorios ocupados y abandonados por esta ave, en el que participaron los agentes medioambientales.
En los años 70 se estimaba que el número de territorios ocupados por parejas de águilas-azor era de 42, aunque desde entonces la tendencia de la población de la rapaz en Murcia presentó un acusado descenso, reduciéndose hasta alcanzar 17 territorios en 1997.
A partir de entonces, la población experimentó cierto aumento, ya que en los seis años de seguimiento que ha desarrollado esta consejería (2002-2007), la población se ha mantenido más o menos estable con entre 21-24 parejas (22-25 territorios ocupados), y el nuevo Plan de Conservación pretende que se duplique tanto el número de ejemplares como de los lugares en que anidan.
La vigilancia, seguimiento y control de la población reproductora ha sido fundamental para la detección de las molestias y la problemática de la conservación de la especie. Ante los resultados del estudio, se emprendieron acciones de gestión en la lucha para la erradicación del veneno; se eliminó la persecución directa asociada a la actividad cinegética y el expolio de nidos; se evitan las transformaciones en el hábitat; se reducen las electrocuciones; y se controlar las molestias producidas por deportes y ocio en el medio natural.
El consejero destacó que se pondrá en marcha un Plan de Recuperación con 15 objetivos que incluyen acciones de conservación y recuperación; seguimientos y controles periódicos; investigaciones sobre la especie; programas de educación, divulgación y formación; acciones de cooperación y coordinación; y medidas de evaluación, revisión y programación.