11-M.- Expertos instan al Gobierno a controlar la información sobre un gran atentado para no desestabilizar al mercado

El "apagón informativo" que impuso el Gobierno británico el 7-J hizo que el efecto negativo fuera menor que en Nueva York o Madrid

Europa Press Nacional
Actualizado: domingo, 17 septiembre 2006 15:22

MADRID, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -

Un estudio de la Universidad Complutense, al que ha tenido acceso Europa Press, sobre la incidencia de los grandes atentados islamistas en los mercados financieros concluye que los gobiernos deberían controlar el flujo de información en los momentos posteriores a los ataques terroristas para evitar la desestabilización del mercado financiero.

Tras el análisis exhaustivo de las noticias que iban apareciendo en los medios de comunicación y la repercusión que cada una de ellas tenía en el correspondiente mercado financiero, la Cátedra de Economía del Terrorismo recomienda que, inmediatamente detrás de un atentado de estas dimensiones, los Gobiernos garanticen la liquidez de los mercados, desarrollen protocolos de actuación y comunicación que restrinjan el flujo de información especulativa y permitan reducir el riesgo percibido por los inversores.

Con todo, los expertos han constatado que los mercados se han adaptado a estas situaciones de crisis después de haber comparado la reacción bursátil desde el 11-S, pasando por la masacre de Madrid y acabando en el 7-J londinense, donde el índice general se recuperó en tan sólo dos sesiones.

El presidente del Foro de Ermua, Mikel Buesa, al frente del equipo de investigadores, ha llegado a la conclusión de que los mercados financieros no han llegado a "desensibilizarse" con respecto al terrorismo, pero han mostrado "un efecto de aprendizaje" que se manifiesta en caídas más moderadas, con impactos de intensidad cada vez menores y de menos duración.

En los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos, la Bolsa neoyorquina experimentó una pérdida máxima del 14,3 por ciento y necesitó de 44 jornadas bursátiles para recuperarse. En Madrid, el efecto negativo ya fue menor sobre el parqué madrileño, concluyendo los expertos que el impacto fue del 7,15 por ciento y que en 20 sesiones e había recuperado los niveles previos al estallido de las bombas en los trenes. Finalmente, analizando las distintas explosiones del 7 de julio de 2005 en Londres, el equipo de Buesa ha comprobado que la caída máxima fue del 1,35 por ciento y que en dos días se había recuperado el índice general.

VÍCTIMAS Y AUTORÍA.

Además, el estudio, que está patrocinado por la Fundación de Víctimas del Terrorismo, se ha preocupado por conocer los factores que incidieron sobre la tendencia de los mercados: las noticias que iban llegando sobre el número de víctimas y las que se referían a la autoría de los mismos.

El número de personas fallecidas era el único dato "objetivo" que tenían los inversores para cuantificar la magnitud de la catástrofre, mientras que dependiendo de quién fuese el autor de los ataques terroristas, medían el riesgo de que los atentados se repitieran o extendieran a otros países eurpoeos, caso de la autoría islamista, ya que la organización terrorista ETA nunca ha atentado fuera de España.

Según el estudio, el hecho de que el Gobierno español decidiera ir informando del número de víctimas, hasta alcanzar una cifra muy aproximada tan sólo siete horas después las explosiones y casi definitiva a última hora de la tarde, así como las continuas comparecencias ante los medios del ministro del Interior sobre el avance de las investigaciones provocaron "una fuerte inestabilidad en las cotizaciones".

Los autores del estudio señalan que uno de los motivos por los que los atentados de Londres no tuvieron ese efecto fue por "la política de silencio informativo" que desarrollaron las autoridades británicas. A esta circunstancia hay que unir que se tomó la decisión de suspender las transacciones electrónicas inmediatamente.

BENEFICIO PARA LOS TERRORISTAS.

Durante el estudio, los investigadores se han encontrado con la posibilidad de que los terroristas, siendo los únicos que conocen la fecha y el atentado que van a realizar intenten obtener beneficios especulando a la baja a través de derivados financieros como las 'put options' (opciones de venta) o similares. En este sentido, los valores más atractivos serían los del sector turístico, como los hoteles o las líneas aéreas, al bancarios y a las aseguradoras, ya que presentan pérdidas mayores y perodo de recuperación más largos tras todos los atentados.

Con todo, los autroes del estudio señalan que en el 11-M no se han encontrado datos que apunten a esta posibilidad de utilizar el atentado con fines lucrativos, a diferencia de lo que ocurrió en el 11-S. Finalmente, los expertos recomiendan que los movimientos anormales en los sectores apuntados deberían ser objeto de una observación específica por organismos como la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

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