11-M.- Uno de los guías caninos que inspeccionó la Kangoo confirma que un perro accedió a la furgoneta

Europa Press Nacional
Actualizado: miércoles, 14 marzo 2007 18:46

MADRID 14 Mar. (EUROPA PRESS) -

El testigo protegido número 74021, uno de los guías caninos encargado de la inspección de la furgoneta Kangoo localizada en Alcalá de Henares (Madrid) el día 11 de marzo de 2004, confirmó hoy que uno de los perros accedió a la parte trasera del vehículo para realizar una inspección olfativa. Indicó que tanto ésta, que realizó su compañero, como la efectuada por su propio animal resultaron negativas. En la furgoneta se localizó más tarde un trozo de cartucho de dinamita Goma 2 ECO.

El agente explicó, en su declaración ante el tribunal del 11-M, que la unidad canina detecta los explosivos a partir de las "partículas olorosas" que desprende el artefacto, y que la detección olfativa "depende" de varios factores como la "cantidad de explosivo", el "tipo de sustancia", así como la forma en la que "esté precintado".

También indicó que los perros cuando detectan un explosivo realizan una señal como "sentarse" o "tumbarse", gestos que no efectuaron ninguno de los dos animales que inspeccionaron la furgoneta y los alrededores aquel día. Así el agente planteó como hipótesis que la inspección canina pudo ser negativa porque el explosivo no desprendía partículas olfativas.

El testigo, miembro de la unidad canina del Cuerpo Nacional de Policía, realizó antes de la inspección de la furgoneta otras dos salidas pero, concretó, descansó suficientemente antes de dirigirse a Alcalá de Henares. Detalló que su turno comenzó el día 11 de marzo del 2004 a las 7.30 de la mañana y que se desplazó a la localidad de Alcalá de Henares a las 11.00, tras estar previamente haciendo otro servicio en la estación madrileña de Chamartín analizando "dos bolsas sospechosas que se habían abandonado".

Además, el testigo concretó que la inspección de Chamartín "no fue muy larga" y dijo que una vez en Alcalá de Henares, observó que la furgoneta estaba precintada y la zona acordonada, por lo que tras recibir la orden pertinente, realizó una requisa exterior del vehículo con resultado negativo. La unidad canina, dijo, dio "varias vueltas" alrededor del vehículo para comprobar que la furgoneta no portaba ningún artefacto explosivo adherido en su superficie externa.

Concluido el examen exterior, el testigo observó a través de las ventanillas del vehículo su interior y apreció una rejilla de metal en la parte superior de los asientos traseros que impedía la visibilidad de la zona de carga. Especificó que no apreció ningún objeto de grandes dimensiones, pero que sí vió que en la furgoneta había "varias cosas" como un "chaleco reflectante".

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