18-J.- Aralar cree que la abstención es un "castigo" a Zapatero y Mas, "que han dado la actual forma al Estatut"

BILBAO 19 Jun. (EUROPA PRESS) -

El coordinador de Aralar, Patxi Zabaleta, consideró hoy que la baja participación en el referéndum sobre el Estatuto de Cataluña es un "castigo" al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y al lider de CiU, Artur Mas, porque son "los que han dado la actual forma a este Estatut".

En declaraciones a Europa Press, Zabaleta afirmó, además, que la baja participación, que no alcanza el 50%, "denota que existe una parte de abstención de castigo y de inconformidad con cualquiera de las otras tres propuestas, el sí, el no o el voto en blanco". "Existe, por lo tanto, una deslegitimación importante de este estatuto, que nace con poca ilusión por parte de la población catalana", añadió.

A su juicio, la "ruptura" de las fuerzas catalanistas y la situación del líder de CIU, Artur Mas, "al margen y al contra de lo que había sido aceptado en el Parlamento de Cataluña", pone de manifiesto que "el poder central, si hay división entre las fuerzas catalanistas, soberanistas o como se quiera en cada caso, dicta la resolución conforme le convenga".

Para Zabaleta, CiU no ha quedado en "buena situación", por lo que indicó que "no se puede vaticinar, en modo alguno, que esta especie de interpretación de que ellos son los que tendrán que gestionar este Estatut vaya a ser realidad, sino todo lo contrario".

En su opinión, la "ruptura o la no actuación conjuntada de las fuerzas políticas", catalanistas en el caso del Estatut o abertzales y autonomistas en Euskadi, hace que el resultado, en este caso del referéndum, "no obtenga credibilidad, no cree ilusión y no logre tampoco legitimidad". "Esto -dijo- nos reafirma en los intentos difíciles pero necesarios como Nafarroa Bai, que deben ser la respuesta a esa demanda de la sociedad".

El coordinador de Aralar señaló que todo el proceso "larguísimo" de aprobación del Estatut "lleno de incidencias" y en el que ha habido "una ruptura del tripartito", pone en evidencia que el Estado, "a la menor posibilidad, incumple el respeto a los ámbitos de decisión autonómicos".

En ese sentido, recordó que el presidente del Gobierno dijo que "respetaría la decisión de las instituciones catalanas pero, en cuanto pudo de alguna manera asirse al eslabón más débil, que es CiU porque está muy incómodo fuera del poder, rompió la unanimidad de las fuerzas que habían hecho posible un texto estatutario con el 90% del Parlamento de Cataluña, que ahora tiene un 35% de apoyo popular".