18-J.- CiU propone eliminar el Impuesto de Sucesiones y reducir en más de un tercio el déficit fiscal

Advierte que el nuevo sistema de financiación del Estatut da "buenas cartas" a Cataluña "pero hay que saber jugarlas"

Europa Press Nacional
Actualizado: viernes, 2 junio 2006 16:38

BARCELONA, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente de CiU, Artur Mas, avanzó hoy que el programa electoral de la federación para las elecciones autonómicas de otoño incluirán una "carta fiscal" que, entre otros puntos, propondrá "una reducción selectiva" de los impuestos, empezando por "la eliminación del Impuesto de Sucesiones".

Además, aseguró que "con el nuevo sistema de financiación" que incluye el Estatut "se podría intentar reducir el déficit fiscal de Catalunya entre un tercio y la mitad" también en la próxima legislatura.

Mas dedicó el acto del primer día de campaña, ante un auditorio de más de 400 militantes, empresarios y representantes de organizaciones comerciales y socioculturales en el Hotel Majestic de Barcelona, a explicar los avances del Estatut en materia de financiación, destacando especialmente las dificultades que se plantearon en la negociación con el PSOE y el Gobierno central en este ámbito.

El líder de CiU destacó que, con el nuevo sistema de financiación que incluye el Estatut, Cataluña "tendrá por primera vez en su historia unas muy buenas cartas" y "reglas de juego", pero advirtió que "hay que saber jugarlas", algo que dependerá "del Gobierno que salga elegido en las elecciones de este otoño". "Incluso con buenas cartas se puede perder la partida, si de las elecciones sale un Gobierno que no las sabe jugar", alertó.

Aunque aseguró que CiU tiene muchas otras propuestas que no avanzará hasta la campaña electoral de otoño, Mas señaló ya dos de las "consecuencias" que puede reportar el nuevo modelo de financiación en caso de que la federación nacionalista regrese al Gobierno en la próxima legislatura.

"Si jugamos las cartas bien y le añadimos la fuerte inversión estatal en Cataluña" que incorpora el Estatut en su disposición adicional sobre financiación, que prevé una inversión equivalente al peso de Cataluña en el PIB, es decir, del 18,5%, en los próximos siete años, "Cataluña puede reducir su déficit fiscal entre un tercio y la mitad" en ese tiempo.

Además, "CiU tiene el firme propósito de, después del 18 de junio, empezar a preparar su programa electoral, en el que incluirá una carta fiscal, que podrá hacer gracias al nuevo sistema de financiación", si se aprueba el Estatut, "orientada a reducir los impuestos" de forma no general pero sí "selectiva" a lo largo de la próxima legislatura.

Así, avanzó que "el programa electoral" de CiU incluirá por ejemplo "la supresión del impuesto de sucesiones", alusión que levantó el aplauso de un auditorio que llenaba la sala, entre el que se contaban destacados personajes de la vida económica catalana como el presidente de la Bolsa de Barcelona, Joan Hortelà; Joan Pujol (Fomento del Trabajo); Joan Caball (Unió de Pagesos); Eusebi Cima (Fepime); Julio Fernández (Filmax); Rafael Español (La Seda); y Pere Llorens (Confederación de Comerciantes de Cataluña), entre otros.

"ESTAMOS MÁS CERCA DEL CONCIERTO ECONÓMICO".

Mas se dirigió también a los sectores más soberanistas y "a los que aspiran a tener la máxima soberanía fiscal, que es el concierto económico", que con el nuevo Estatut "estamos más cerca de conseguirlo que con el Estatut de 1979, que es lo que proponen los defensores del 'no'".

El líder de CiU reconoció que el modelo que incluye el nuevo Estatut "no es el ideal" ni "la última estación del trayecto" de autogobierno catalán "en materia de financiación", pero alertó de que "quedarse con lo que tenemos ya hoy es peor" porque "nos deja anclados al pasado y mucho más lejos del objetivo" del concierto económico.

Mas pidió el 'sí' de los que aspiran a que Cataluña alcance el modelo vasco de financiación, advirtiendo que si triunfa el 'no' "tendremos una Catalunya más provinciana en el ámbito económico" y se mostró convencido de que "tenemos la obligación patriótica de no negarnos nuestro futuro".

Por ello, consideró "difícil de entender" el 'no' de ERC e insistió en la idea de que la postura de los republicanos se debe "no a los contenidos del Estatut sino simplemente al protagonismo" de CiU en la negociación de la reforma, especialmente en el Congreso, tratando de convertir la campaña "en una lucha entre nacionalistas".

Mas centró su explicación de "los aspectos esenciales" del nuevo sistema de financiación que incluye el Estatut en un documento elaborado por el departamento de Economía dirigido por Antoni Castells (PSC), que comparaba la contrapropuesta financiera del PSOE en diciembre de 2005 con el redactado final conseguido en virtud del acuerdo entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y Artur Mas el 21 de enero de 2006.

Así, según este documento, mientras que el propuesta del PSOE "desnaturalizaba" y "prácticamente eliminaba" los puntos esenciales de la propuesta catalana surgida del Parlament el 30 de septiembre, el acuerdo Zapatero-Mas "consigue en buena medida restituirlos".

LAS "BATALLAS" CONTRA EL PSOE.

Mas se refirió en concreto a la comisión bilateral Estado-Generalitat, la capacidad normativa de la Generalitat o la cesta de impuestos, en la que la propuesta del PSOE "no ofrecía ninguna garantía de participación catalana en ninguno de sus tributos", mientras que el redactado final "va incluso más allá del acuerdo del Parlament al concretar porcentajes de participación en el IRPF, los impuestos especiales y el IVA, que Solbes había querido eliminar", según el texto de Castells.

También la contrapropuesta del PSOE "recortaba drásticamente el ámbito de actuación de la Agencia Tributaria", mientras que el acuerdo final "permite poder decir que dentro de dos años podemos tener una agencia tributaria única en Catalunya". La inversión estatal en infraestructuras equivalente al peso de Catalunya en el PIB también fue "eliminada" del proyecto catalán en la propuesta del PSOE y finalmente concretada en el acuerdo Zapatero-Mas.

Mas destacó que CiU "ha abanderado" y "liderado" la negociación del Estatut en el Congreso porque "era su obligación como primera fuerza política del Parlament de Catalunya" y explicó que, en este proceso, tuvo que "vencer tres batallas" en su contienda contra el PSOE.

La primera batalla fue la de conseguir que "el nuevo Estatut incluyera un nuevo modelo de financiación", a lo que se oponía radicalmente en un principio el PSOE, y la segunda fue la de conseguir que lo que incluyera el Estatut "no quedara supeditado a la Lofca y, por tanto, fuera papel mojado", como ocurrió con el texto de 1979. "Ganamos también este segunda reto, al conseguir que la Lofca no pueda contradecir el Estatut", añadió.

Finalmente, la tercera batalla "fue la de los contenidos" del apartado de financiación, para que "fueran favorables a Cataluña", algo que Mas aseguró que se logró con el acuerdo del mes de enero, aunque admitió que "no hemos conseguido el 100% de nuestras aspiraciones".

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