Caídas de pantalón, batería, canciones y perros centran la otra cara de la campaña catalana

BARCELONA 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

Pantalones que están a punto de caerse frente al auditorio de un mitin, candidatos tocando la batería y cantando canciones 'a capela', así como aficiones curiosas de los cabezas de lista como el amor a los perros centran la cara más divertida de la campaña electoral que acaba este viernes.

Son muchos los momentos que han roto una campaña que, como norma general, ha sido bastante previsible, y en la que los partidos políticos han recurrido a las estrategias y argumentos de siempre con tal de movilizar a su electorado, ante el resultado ajustado que prevén las encuestas.

En la caravana del PSC, uno de los 'greatests hits' fue cuando, justo después de subir al escenario en un mitin en Badalona, la número cuatro por Barcelona, Esperança Esteve, abrazó con tanta furia a su predecesor en el acto que tuvo un efecto secundario, que el auditorio pudo oír, puesto que el micrófono estaba abierto: "Que se me caen los pantalones", afirmó.

La cabeza de lista, Carme Chacón, ha recurrido a canciones que ya forman parte de la cultura popular española, como 'Olvídame y pega la puerta' del dúo Pimpinela, para criticar las relaciones entre CiU y PP.

También ha protagonizado momentos musicales el candidato de CiU, Josep Antoni Duran, quien ha sorprendido a todos tocando la batería, haciendo público que esta era una de sus pasiones juveniles.

El ronquido que se le escapó en pleno acto electoral a un miembro de la lista de Duran es de los episodios que más 'remakes' y risas ha generado, así como la intervención del concejal de Martorell, Xavier Fonollosa, quien no se dio cuenta que se estaba alargando en su intervención ni subiéndole la música para echarlo.

También ha recurrido a la música Alfred Bosch (ERC), quien sorprendió a propios y extraños en la apertura de campaña, cuando cogió el micro y cantó a capela 'Que tinguem sort', y en el debate en TV3, recitó la canción de Ketama 'No estamos locos, sabemos lo que queremos' para defender la independencia.

Más allá de sus pequeños deslices, Bosch ha demostrado tener conciencia de equipo y aprecio por sus compañeros de candidatura, ya que después de que el líder en la lista al Senado, el cirujano de 103 años Moisès Broggi, se rompiera el fémur en su casa, hizo un hueco en su agenda para ir a visitarlo.

Esta campaña también ha puesto al descubierto el amor de Jorge Fernández (PP) hacia los perros: no dudó en hacerle fiestas a Paris, un pequeño chiguagua con quien se cruzó durante una visita en un mercadillo de Esplugues de Llobregat (Barcelona).

Si algo ha demostrado Joan Coscubiela (ICV-EUiA) en estas dos semanas es su habilidad para contar horas y minutos, y es que en casi todos sus discursos ha mencionado el tiempo que quedaba hasta final de campaña para trabajar por arañar votos.

Esa costumbre del ecosocialista desolaba los primeros días a los periodistas que le han seguido, quienes no divisaban el momento en que el imaginario cronómetro del candidato consumiese su último segundo.

Otro clásico de las campañas que esta vez tampoco ha faltado es la afonía de los candidatos, que ha afectado a Jorge Fernández --a quien debieron suministrar cortisona antes del debate de TV3 y le apartó durante dos días de la vorágine electoral-- y Josep Antoni Duran, a quien los periodistas que le han hecho seguimiento hacían un recuento de sus gallos.