PAMPLONA, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, afirmó durante los actos del Día de la Policía Foral, celebrados hoy en Javier, que "el recuerdo y el honor" que se debe a las víctimas de ETA "no pueden ser monedas de cambio en proceso negociador alguno". Por el contrario, afirmó, "deben ser objetivos irrenunciables en la restitución del daño ocasionado".
"Lo contrario es resquebrajar los valores democráticos y de convivencia en libertad", sostuvo Sanz, quien en su discurso agradeció a todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, "por el esencial trabajo que realizan para erradicar de nuestra tierra el terrorismo que tanto dolor ha causado y sigue causando". "Estamos en un momento especialmente delicado, en el que parece que todo es negociable a cualquier precio", criticó.
El presidente recordó que ETA asesinó hace 25 años - el 21 de marzo de 1981- al teniente coronel José Luis Prieto, que recientemente se había jubilado como jefe de la Policía Foral. Se refirió a él como "militar ejemplar, amante de Navarra y de su familia". "Fue objeto de la furia irracional y cobarde de los terroristas", apuntó Sanz, que, dirigiéndose a la familia de Prieto - a la que se entregó una placa conmemorativa-, señalo que su "importante contribución, a través de su dolor, en favor del progreso y de la libertad, y en definitiva en bien de Navarra y de España entera".
El presidente afirmó que "hoy mucho más que en 1981, somos conscientes de que el asesinato, la amenaza o la extorsión, no van a doblegar nunca la voluntad libre de los ciudadanos, y de que la atención a las víctimas de estas tragedias es deber prioritario de toda la sociedad".
Sanz también recordó a agentes fallecidos en acto de servicio: Jesús Esteban Udi Alzueta, Javier Ignacio Villava Górriz, Iñaqui Alzate Guergué y Herminio González Martínez de Virgala, que sufrieron accidentes de tráfico.
MEDALLAS
Miguel Sanz Sesma asistió esta mañana en Javier a los actos organizados con motivo de la celebración del Santo Angel de la Guarda como patrón de la Policía Foral. Estuvo acompañado por el consejero de Interior, Javier Caballero.
Tras una misa en la basílica, a las 12 horas, en el patio cubierto del Centro de la Espiritualidad de Javier tuvo lugar la entrega de la bandera oficial de Navarra a la Policía Foral, y de medallas por actos distinguidos y felicitaciones.
Sanz recordó que la Policía Foral dispone hoy de 700 funcionarios de policía, que serán 810 a finales de 2006 y 900 en 2007. "Prestan todos los servicios propios de una policía moderna y de referencia para todos nuestros ciudadanos, en estrecha y eficaz colaboración con el Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil y las Policías Locales", dijo el presidente, quien subrayó que "hoy, para la Policía Foral, no son problemas ajenos ni la vigilancia del tráfico y la seguridad vial, ni la investigación criminal, ni la lucha contra la droga".
El presidente también explicó que el proceso de descentralización funcional el Cuerpo "responde a un modelo de mejora en la atención al ciudadano, desde un planteamiento no sustitutivo del resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado".
En el acto, se impusieron 10 medallas de servicios distinguidos al teniente coronel de la Guardia Civil Juan Bautista Martínez Raposo; al jefe del Centro Nacional de Sistema Schengen de la Secretaría de Estado de Seguridad, Antonio García del Alamo; al arquitecto del Gobierno de Navarra Emiliano García Rodríguez; y al jefe de la Policía Municipal de Estella, Jesús Ganuza Armendáriz.
También se reconoció al oficial de Area de Seguridad Ciudadana, Gerardo Goñi Ilundáin; al sargento Luis Fernández Martínez; al sargento Julián Romo Arazuri; al sargento Jesús López Pérez de Urabayen; al cabo Pedro Pozo Martínez; y al cabo Jaime Arbona Zapata.
Por otra parte, hay que hacer constar 43 felicitaciones públicas de las que 8 han recaído en sargentos, 10 en cabos y 25 en policías, todos ellos pertenecientes a la Policía Foral.