ANDÚJAR (JAÉN), 4 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno y del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha reivindicado este domingo el cambio político en Andalucía, una tierra a la que ha dicho "deber mucho" y con la que sabrá "ser agradecido", algo que, según ha incidido, "el tiempo lo va a demostrar".
Así lo ha manifestado en Andújar (Jaén), donde ha participado en un acto de su partido junto al candidato del PP-A a la Presidencia de la Junta de Andalucía, Javier Arenas. En su intervención, Rajoy ha recordado que la andaluza es la única comunidad en la que jamás se ha producido "eso tan sano y tan democrático" que es la alternancia en el Gobierno, de modo que ningún andaluz ha visto otro de signo distinto al PSOE.
"Toca cambiar. Es necesario y es urgente", ha añadido Rajoy, para quien el actual Ejecutivo autonómico "no está a la altura de las circunstancias y de los andaluces", de ahí que la región "necesita a Javier Arenas y el PP" para "hacer las cosas de otra manera", con criterio y con el cuidado del dinero público como "primera obligación".
En ese objetivo, el líder de los 'populares' ha subrayado el "equipo" preparado que tiene el PP con el "liderazgo" de Arenas, de quien ha resaltado que "está en el momento mejor de su vida" para asumir el Gobierno de Andalucía, una tarea que será "ardua con la herencia" que recibirá, aunque también y fundamentalmente, "ilusionante".
"Tenemos líder y equipo. El Gobierno en España quiere trabajar codo con codo con el Gobierno andaluz, con el mismo entusiasmo y ganas", ha aseverado Rajoy, para quien esta comunidad "tiene muchísimo potencial para mejorar". En este sentido, ha señalado que "hay mimbres", pero se requiere un gobierno que "genere las condiciones, fije los objetivos, marque el rumbo, diga la vedad, no se instale en la chapuza y que esté solo en el interés general de los andaluces". Por todo ello, se ha mostrado convencido de que van a respaldar el cambio el próximo 25 de marzo.
ARENAS, SEGURO DE LLEGAR AL GOBIERNO
En esta misma línea se ha pronunciado Arenas en el discurso que ha precedido al de Rajoy al afirmar: "Vamos a gobernar en Andalucía, que no es lo mismo que ganar las elecciones". Al respecto, ha añadido que "se acaba el tiempo de los que estuvieron 30 años mandando" y frente al "ordeno y mando" del PSOE ha apostado por "gobernar", que "es transformar la sociedad con más empleo y bienestar".
Junto a ello, ha criticado a aquellos que dicen que van a ganar "por tradición", puesto que "Andalucía no es propiedad de ningún partido", sino de sus ciudadanos. "El poder no se hereda, la tradición en democracia es que se vota y se da el voto prestado cada cuatro años. Además, jamás aceptaré que el 31 por ciento de paro, el 34 de fracaso escolar y los ERE se conviertan en tradición", ha apuntado.
Igualmente, ha manifestado que, de ser el próximo presidente de la Junta, la humildad "estará al poder en Andalucía", acabando con "la arrogancia y la prepotencia", y contará con la transparencia como elemento básico de su acción política. En ella ha destacado la reducción de la administración --disminuyendo los altos cargos en un 50 por ciento-- y el fin de los "abusos", así como la defensa de educación y la sanidad y de los intereses agrarios y ganaderos de la comunidad. En este sentido, y con la reforma de la PAC como reto fundamental, ha precisado que también "habrá una estación muy importante" en Bruselas.
Precisamente sobre la UE, Javier Arenas ha considerado que el Gobierno de Rajoy "demuestra a diario que tiene una relación fiable y clara con la Unión Europea", de modo que se ha recuperado la fiabilidad ante los socios europeos y, sobre todo, ante la sociedad española "porque está haciendo la primera gran reforma que necesitaba España, decir la verdad".
Ese será, igualmente, el eje que guiará el "gobierno del cambio" si llega a ser presidente de la Junta de Andalucía frente a los "brotes verdes que inventaron algunos". "Nosotros no vamos a caer en ello porque nos sobra talento, energía positiva y humanidad", ha declarado Arenas quien ha concretado que no estará más de ocho años en el cargo porque llegará a él "preocupado por el interés general" y no para mantenerse en él.
